EscucharCosta Rica y Estados Unidos suelen toparse en eliminatorias mundialistas, amistosos o en la Copa Oro. La historia entre ambos rivales deja muchas anécdotas, pero una del torneo de la Concacaf fue muy indignante para el fútbol tico, por el nivel de descaro.
La segunda edición de la Copa Oro se disputó en 1993. Costa Rica acudió con una selección alternativa sin todas sus figuras, pues todavía se estaba jugando la fase final del campeonato (en aquel momento la calendarización era un tema espinoso).
Carmelita aportó varios jugadores, como Juan Cayasso, Ronald Gómez y Erick Lonis; el primero ya era un veterano y los otros dos todavía no tenían el cartel que llegaron a tener después. Sin embargo, contra todos los pronósticos, el equipo sobrevivió con empates contra Canadá (1 a 1) y México en el propio Estadio Azteca (también 1 a 1).
La Sele asustó a los mexicanos con un gol de Cayasso al minuto 30, pero los locales rescataron un punto gracias a un autogol de Javier Delgado al 74.
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Costa Rica avanzó a semifinales y le tocó ante Estados Unidos, que había ganado su grupo y se preparaba para ser anfitrión del Mundial un año después. El entrenador de las barras y las estrellas era Bora Milutinovic y tenía figuras como Alexi Lalas, Eric Wynalda y Tabaré Ramos; en el banquillo tico estaba Álvaro McDonald.
El partido se disputó el 21 de julio en el Cotton Bowl de Dallas. Ese día la Tricolor no solo resistió los embates del equipo local, sino que se animó a ir al frente en busca de la hazaña, pero entonces ocurrió una de las más negativas actuaciones arbitrales en la historia de un torneo que de por sí es famoso por los cuestionamientos hacia los réferis.
El árbitro Ramesh Ramdhan se tragó dos increíbles penales, en jugadas que por supuesto eran a favor de Costa Rica.
Curiosamente ambas fueron contra los hermanos Roy y Michael Myers. En la primera, el Maravilloso ingresó al área con pelota dominada después de dejar botados unos cuantos rivales. Iba solo contra el arquero Tony Meola, con toda la oportunidad para anotar, y como último recurso Thomas Dooley se le barrió a los tobillos.
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El penal era gigante pero el árbitro Ramdhan dejó seguir la acción, para sorpresa de todos en el estadio y los televisores.
La segunda jugada fue todavía más evidente. El partido se fue a tiempo extra y al minuto 7 Michael Myers controlaba un rebote, también dentro del área; Kle Cooiman le tiró una plancheta y lo derribó con violencia. De nuevo, el árbitro prefirió ver para otro lado, en una acción que además de penal ameritaba la tarjeta roja para el estadounidense.
@historiadelfutbol1980 1993, en la Copa de Oro Estados Unidos 1 Costa Rica 0 Muchas gracias por la corrupción CONCACAF !!!!!
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Cooiman siguió jugando, gracias a la complicidad arbitral, y para hacer el episodio todavía más infame, los dos autores de los penales no señalados se combinaron para hacer el gol al minuto 102, con el que finalmente Estados Unidos terminó ganando el pase a la final.
Este capítulo de la historia quedó registrado en video, para asombro de las futuras generaciones; no había VAR para corregir los desatinos arbitrales, aunque en este caso tampoco era muy necesaria la tecnología para apreciar los penales a simple vista. Ambas selecciones se enfrentan este domingo 29 de junio, por la Copa Oro 2025; ojalá el arbitraje no sea protagonista.
