En la cancha, Carlos Mario no aprendió a ser tacaño: en junio fundó la escuela de futbol Los Marioquiñas, para compartir con los pequeños esa alegría que, por mucho tiempo, la pelota le enseñó.
En 1980 Carlos Mario ganó el campeonato intercolegial de futbol con el Liceo León Cortés de Grecia.
Ese título les permitió jugar un fogueo contra la Selección Juvenil de la época y Marioca se ganó un lugar en la Tricolor.
Jugó un año en tercera división con la oncena de San Roque, hasta que en 1982 debutó en la Primera División con la Asociación Deportiva Sancarleña.
En 1986 pasó al Deportivo Saprissa; ahí ganó dos títulos nacionales y fue llamado a la Selección Nacional que clasificó al Mundial de Italia 1990.
En 1991 jugó para la Liga Deportiva Alajuelense y agregó un nuevo título a su currículo.
Regresó al cuadro morado por dos años y pasó luego al Club Sport Cartaginés. Con los brumosos se coronó como campeón de Concacaf en 1995.
Un año después Marioca terminó su carrera precisamente donde comenzó: en San Carlos.
Tras su retiro, vivió un tiempo en Estados Unidos y ahora trabaja como agente de ventas de productos veterinarios.
A sus 40 años, Carlos Mario está casado, tiene dos hijas y vive en Grecia.
Ahora juega con los veteranos del Club Sport Victoria y no descarta que en un futuro pueda dirigir en la Segunda División.
Es difícil salirse del futbol, cuando estás adentro te apasiona y se vuelve tu vida”
Carlos Mario Hidalgo B.
Exfutbolista nacional