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París (DPA). Un tribunal de París dirimirá a partir de mañana si la suspensión de por vida en la Fórmula 1 impuesta al italiano Flavio Briatore por su papel en el caso "crashgate" es justa o no.
El ex jefe de Renault, que apeló ante los tribunales ordinarios franceses la sanción que le fue impuesta por las autoridades deportivas, no sólo quiere conseguir que se levante su suspensión, sino también que se le pague una indemnizacion millonaria por parte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
La FIA condenó a Briatore por considerarle inductor de la maniobra del ex piloto de Renault Nelson Piquet Jr en el Gran Premio de Singapur 2008, donde el brasileño estrelló su bólido y dejó en bandeja la victoria a su compañero de equipo, el español Fernando Alonso.
El Consejo Mundial del organismo automovilístico calificó el accidente fingido de violación "en grado extremo" del reglamento. Briatore, en cambio, se considera víctima y quiere venganza. La FIA no quiso perder con Renault otro constructor de automóviles y se limitó a imponer al equipo una benigna sanción en suspenso de dos años.
En cambio, la Federación Internacional castigó con dureza a Briatore, pese a que éste negó siempre haber conocido del caso. El ingeniero jefe Pat Symonds, suspendido por cinco años, se adhirió a la demanda. Es incierto si el tribunal dictará sentencia mañana mismo.
En el acta de acusación se dice que el Consejo Mundial, bajo la presidencia del entonces jefe de la Federación, Max Mosley, "se vio cegado por una desmesurada ansia de venganza personal". Mosley, entrentanto retirado del cargo, y Briatore son considerados enemigos acérrimos.
Además, los abogados del ex jefe de equipo argumentan que la suspensión indefinida contradice el derecho europeo. La FIA rechaza todos los reproches. El Consejo Mundial decidió por gran mayoría, subrayó la Federación.
Briatore dijo varias veces que se trataba de un complot contra él y atacó con virulencia ante todo a Piquet y a su padre, ex campeón del mundo de Fórmula 1. El piloto de Renault, tras su despido en julio, provocó un escándalo con sus revelaciones.
Afirmó que en la primera carrera nocturna de la Fórmula 1 en Singapur chocó voluntariamente contra un muro de contención siguiendo instrucciones de Briatore y Symonds a fin de allanar el triunfo de su compañero de equipo, Alonso.
El brasileño, en su calidad de testigo de cargo, no fue sancionado y ahora su nombre suena como poisble nuevo piloto para varios equipos en la próxima temporada.
Alonso, en opinión de la FIA, ignoraba el arreglo y podrá correr sin problemas para Ferrari en 2010. Ahora los jueces de París decidirán si Briatore hará de nuevo aparición en los circuitos de carreras.
