Por Enrique Escande
Buenos Aires, 13 dic (EFE).- El síndrome de orfandad que provocó en el Boca Juniors la baja del entrenador Carlos Bianchi en 2004 podría terminar esta semana si el equipo se proclama campeón del torneo Apertura 2005 del fútbol argentino dirigido por Alfio Basile.
Desde la salida de Bianchi hace 18 meses (su contrato vencía a finales del año actual) la desorientación y la falta de resultados positivos del Boca Juniors han quemado a dos entrenadores, Miguel Brindisi y Jorge Benítez.
Basile pudo ser el tercero si no hubiera alcanzado en la última semana una ventaja en la final de la Copa Sudamericana ante el mexicano Pumas (empate a dos a domicilio en el choque de ida) y el liderato en el torneo Apertura a falta de un partido para su finalización.
La prioridad en el Boca Juniors es el torneo doméstico, competición que necesita ganar para volver a la Copa Libertadores, de la cual está ausente en 2006 por las consecuencias que el mentado síndrome provocó con rendimientos decepcionantes y malos resultados.
En la última década los boquenses ganaron cuatro veces la Liga, todas con Bianchi en el banquillo: Apertura'98, Clausura'99, Apertura 2000 y Apertura 2003, a lo que se suman otros cinco títulos internacionales con el mismo técnico: Copa Libertadores 2000, 2001 y 2003 y Copa Intercontinental 2000 (ante el Real Madrid) y 2003 (frente al Milán).
Sin Bianchi obtuvieron la Copa Sudamericana 2004 con Benítez y la Recopa Sudamericana 2005 con Basile, pero ningún torneo doméstico, que son los que sustentan las participaciones del equipo en los más importantes torneos regionales e intercontinentales.
La denominada "era Bianchi" comenzó en 1998 y terminó en 2004. Tuvo una interrupción de un año en 2002, cuando el técnico se fue del club tras varios roces con el presidente Mauricio Macri y fue sustituido por el uruguayo Oscar Tabárez, período en el que tampoco logró un campeonato.
En esa ocasión su contrato había vencido, pero en la última no, y la síntesis del efecto que produjo su dimisión la dio el entonces presidente de la Comisión de Fútbol del club, José Berardi, quien dijo sentirse "helado" por la decisión del técnico.
Su sucesor, Brindisi, que había sido campeón como futbolista con el Boca Juniors en 1981 junto a Diego Maradona, duró cuatro meses. Renunció después de que el equipo perdió la Recopa Sudamericana 2004 ante el Cienciano de Perú y tuvo un pobre rendimiento en el torneo Apertura 2004 con seis victorias, cuatro empates y cinco derrotas.
Debido a que faltaban menos de dos meses para que terminara el año, los dirigentes dejaron la plantilla en manos de Jorge Benítez, entrenador de las divisiones juveniles. Boca ganó la Copa Sudamericana y como no surgían candidatos para ocupar el cargo ratificaron al técnico.
Boca ocupaba en junio de este año el decimocuarto puesto en la clasificación del Clausura con siete derrotas, tres empates y seis victorias y había sido eliminado en los cuartos de final de la Copa Libertadores por el mexicano Chivas de Guadalajara, envuelto en un escándalo en el que participó el técnico al escupir a un jugador rival que había sido expulsado.
A Benítez lo echaron aunque oficialmente se informó de que éste había dimitido. Ni siquiera le ofrecieron volver a las divisiones juveniles y se desvinculó totalmente del club. Con estas pobres campañas el equipo no pudo clasificarse para la Copa Libertadores de 2006.
La hinchada reclamaba la contratación del técnico Julio César Falcioni, que llevó al Banfield a cumplir una de sus mejores actuaciones de la historia, pero Maradona, incorporado al club como asesor, lo descalificó y eligió a mediados de 2005 a Basile, el seleccionador argentino en el Mundial de Estados Unidos'94 en el que "Pelusa" fue suspendido por dopaje.
Algunos altibajos del equipo, mínimos por cierto, provocaron que la hinchada se manifestara en contra de Basile con abucheos, insultos y banderas con leyendas críticas. Maradona reaccionó y amenazó con irse del club si esa situación provocaba la dimisión o la destitución del técnico.
El equipo superó su inestabilidad, ganó partidos clave y ha quedado en el umbral de dos títulos. La sombra de Bianchi comienza a diluirse. Desaparecerá si Basile gana con el equipo el torneo Apertura, que al fin y al cabo será también la primera Liga que obtenga el experimentado entrenador. EFE
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