
Mientras Try Bennett alentaba a sus muchachos en busca del ansiado empate, Steven Bryce giraba órdenes para evitar el tanto.
Por una tarde, y acudiendo al llamado del amor, Bennett (Saprissa) y Bryce (Alajuelense) dejaron sus uniformes guardados y formaron parte de esa hermosa actividad conocida como clásico del amor.
En su décima edición, esta actividad reunió a 73 niños enfermos de cáncer en el estadio Alejandro Morera Soto, preparado para que ellos fueran los protagonistas.
La imagen de Bennett y Bryce metidos en una cancha de pequeñas dimensiones simbolizó la unión que jugadores y niños vivieron por más de dos horas.
Al final, el empate a dos entre manudos y morados no fue importante para unos “jugadores” que solo soñaban con estar al lado de las figuras que admiran.
“Me siento feliz porque nunca había estado con los jugadores. No hice goles, pero salvé como seis bolas”, dijo el saprissista José Daniel Jiménez, quien se recupera de un cáncer en los gángleos.
Gran arquero
Como todo un gran arquero, dando lo mejor de sí para defender a su equipo, Kenneth Jiménez fue una de las figuras del día.
Pequeño de estatura y “rellenito”, pero con tremenda habilidad, este niño se fajó bajo los tres tubos para tratar de impedir que la Liga recibiera goles.
“Gracias a Dios lo hice bien. Yo juego en el equipo de Cot –Cartago– desde hace mucho tiempo”, comentó el portero.
La buena actuación de Kenneth hizo que jugará dos de los tres períodos de 10 minutos en los que se dividió el partido.
Otra que “metió pata” en el juego fue Dailyn Ugarte, quien tiene quistes en los huesos.
“Me divertí mucho y creo que nos fue bien porque empatamos”, dijo la jugadora, mientras esperaba le pintaran la cara.
En su segundo año formando parte del Clásico del Amor, Juan Ramón García confirmó sus virtudes de innato goleador.
García fue el encargado de marcar el primer tanto del juego, y poner en ventaja a la Liga.
“El año pasado hice dos goles y ahora otro, por lo que me voy para la casa con tres”, expresó el joven, de 15 años, dado de alta de un cáncer en el cuello.
La presencia de los 73 niños en el Morera Soto forma parte del campamento que realiza la Asociación Lucha Contra el Cáncer Infantil, que es un grupo de apoyo del Hospital Nacional de Niños.