El mar está picado y navegar se hace cada vez más difícil para la barca sancarleña, que parece ir a la deriva, rumbo a un descenso casi inevitable.
Pero Ramonense y Goicoechea tampoco pueden arriar las velas pues aunque el peligro está lejos para ellos, todavía no han atracado en un puerto seguro que los confirme la próxima temporada en Primera División.
El panorama más sombrío es para San Carlos. Ocupa la última casilla de la tabla general, con 26 puntos y esta semana, en medio de la incertidumbre por su futuro y tras cargar con la goleada 8 a 2 que le propinó Alajuelense, cambió de técnico en la recta final del Torneo de Clausura.
San Carlos está seis puntos abajo del equipo guadalupano y sus compromisos venideros son, de punta a punta, duelos a muerte. El Carlos Ugalde será el escenario de la primera "final", en la que el nuevo entrenador, Luis Fernández Texeira, medirá las posibilidades de su escuadra ante Santa Bárbara, un cuadro que ya no juega papel de protagonista, y que por ahora se concentra en resolver los problemas en el seno de la institución.
El 28 de abril recibirán la visita nada fácil del líder del torneo, el Deportivo Saprissa, que acomodado en la cima, no desprecia ninguno de los puntos que se le presentan en el menú, para asegurarse, de una vez por todas, el cetro del campeonato.
Goicoechea, dueño de la undécima casilla, será el tercer rival de los toros del norte, en un partido de gran trascendencia. En el camino, deberá medirse también con Limonense y Carmelita, con un cierre en su casa frente al equipo Herediano, candidato que ha visto minadas sus fuerzas en la última recta de la campaña.
Todo es posible
En San Carlos la consigna es que nada se ha perdido aún pues las matemáticas, signo de salvación en las estadísticas del futbol, les concede aún la posibilidad de darle caza a Goicoechea y Ramonense y, en un grito desesperado, salvarse de caer en el desfiladero que arrastra hacia la Segunda División.
El martes anterior, Texeira afirmó que "está consciente de que asume una responsabilidad, pero soy de los que pienso y actúo positivamente, por lo tanto, nada es imposible".
Mientras los norteños intentan sacudirse del traje del descenso, Goicoechea y Ramonense no se duermen y afilan su puntería para atrapar el mayor número de puntos. Los poetas arrancan la competencia con una difícil salida a Guápiles, sede temporal del equipo Limonense, por el castigo que pende sobre la cancha del Juan Gobán. Aunque los caribeños no tienen mayores opciones en la lucha, su particular carácter luchador siempre se convierte en un escollo difícil de sortear.
De los tres coleros en peligro, Ramonense es el único que no tendrá que enfrentarse a los líderes morados, aunque entre su agenda están puestas las citas con Herediano y Cartaginés, segundo y cuarto lugar de la tabla de Clausura. Carmelita, Pérez Zeledón y Puntarenas completan las jornadas poetas.
El acumulado de 33 puntos le permite cierto espacio para respirar, pues aunque solo un punto abajo caminan los guadalupanos, la diferencia de siete puntos con el colero les abre aún más el abanico de opciones.
Johnny Alvarado, técnico de los ramonenses, señala la importancia de asumir los retos faltantes con total seriedad, pues aunque los puntos los favorecen, una sorpresa podría saltar en el último tramo.
"Los siete puntos de ventaja sobre San Carlos van a decir bastante en la recta final, aunque por estadísticas todavía nos pueden alcanzar. No queremos darles oportunidad, todos los juegos que restan serán de gran importancia. No nos podemos conformar, entre más pronto se logren los puntos menor será la preocupación", comentó Alvarado.
"El equipo tiene partidos bastante accesibles en nuestra cancha, las salidas, pienso, serán un poco más complicadas. Somos conscientes de que se pueden sacar esos resultados, la unión del grupo será muy importante para poder mantenernos en esa posición", dijo el jugador poeta, Carlos Espinoza.
Goicoechea estudia con agudeza sus opciones, en espera de aprovechar un descuido de los ramonenses y saltar al décimo lugar, para quitarse de encima el peligro latente que representa un San Carlos herido y urgido de puntos.
Su arranque en esta decisiva jornada de seis encuentros es en alto grado difícil. Recibe a Alajuelense en el Coyella Fonseca, y aunque su cancha le ha sido fiel para complicar partidos a los equipos grandes, la máquina rojinegra entrará con todo para poner en juego sus cartas en este final del Clausura.
Santa Bárbara, sin nada más que disputar en el torneo, sigue en la lista de compromisos guadalupanos, el resultado de ese encuentro será determinante para que Goicoechea siga con vida, pues le siguen los partidos ante San Carlos y Saprissa, que aunque serán en casa, son disputas a muerte para los coleros y punteros.
Seis cartas pendientes definirán el futuro de los tres equipos, y solo dos de ellos podrán seguir jugando la partida en la mesa de la Primera División.