En apoyo de su optimismo, el director técnico apunta que los duelos que se avecinan son historias nuevas en las que no pesa lo vivido antes porque cada contendor arranca de la nada y el único que tiene asegurado un cupo en la final es el campeón Alajuelense.
A Guardia lo motiva, además, el promisorio momento que vive su equipo, caracterizado por una seguidilla de victorias y buenas presentaciones que, paradójicamente, le quebró Cartaginés.
Guillermo y sus pupilos están conscientes de que los brumosos han sido un rival complicado para su conjunto, pero quieren desafíar la costumbre y ganarle las muertes súbitas a los blanquiazules.
"Es una cuestión de actitud y no de estadísticas.
No queremos pensar en lo que pueda hacer el otro equipo, sino en lo que nosotros podamos ofrecer."
Según el técnico generaleño, la clave del éxito residirá en que su escuadra haga cosas distintas en los dos enfrentamientos ante el Cartaginés.
"Es una ventaja que el equipo esté muy cerca de Cartago en la tabla de posiciones; ello dice que ambos conjuntos tienen un rendimiento similar."
Además de la motivación, Guardia considera que el haber combinado experiencia con juventud es uno de los ingredientes que ayudaron a su equipo a retomar las sendas del triunfo.
Pasar la primera ronda de una segunda fase es la aspiración de Guardia.
"Y eso solo se puede lograr con trabajo, con mucho trabajo, si no, nunca se va a dar esa posibilidad. De ahí, que el trabajo durante esta semana ha sido muy duro. Pienso que con la velocidad y el talento que tiene el equipo estamos para dar la sorpresa."