
Miles de personas sumaron su nombre a una iniciativa en defensa de los emblemáticos cipreses que por años han embellecido la zona de El Tirol, ubicada en las montañas de San Rafael de Heredia y que ahora están en riesgo de ser talados.
Familias enteras, acompañadas de sus mascotas llegaron a la comunidad para participar en la recolección de firmas, alcanzando alrededor de 30.000, la tarde de este domingo. De acuerdo con representantes del movimiento, el documento será presentado a la Municipalidad de San Rafael para solicitar que la zona sea declarada patrimonio paisajístico.
El movimiento surgió ante la tala de los cipreses por una orden judicial, hecho que ha provocado indignación en una parte de la población. La intención de los firmantes es evitar un mayor daño ambiental y proteger la biodiversidad de la región.
Jorge Muñoz, uno de los encargados de recolectar las firmas, expresó que el apoyo ha sido masivo, no solo de los residentes cercanos, sino también de personas de todo el país.
Muñoz cuestionó la necesidad de recurrir a la tala como solución, señalando que existen alternativas menos invasivas, como el amarre de copas, que podrían haberse implementado antes de tomar esa medida drástica. Además, lamentó la falta de defensa de la Municipalidad ante la sentencia que ordenó la tala.
“Realmente aquí no hay una organización, es todo un pueblo unido, que estamos participando en el movimiento. Hay muchísimas personas de todos los rincones del país participando, moviéndose con iniciativas propias, apoyando a todo el mundo.
“En este momento, yo me siento muy indignado por la injusticia que se está dando en este lugar, en el residencial El Tirol, en Los Ángeles de San Rafael de Heredia. Algo muy importante y que se habla mucho es que la tala procede para salvaguardar la integridad de la vecina que vive acá, sin embargo, poco se habla de la falta defensa de la Municipalidad de San Rafael ante la sentencia, tenían que defender y no se hizo”, aseveró Muñoz.
Roxana Quesada Corrales, vecina de El Tirol, también expresó su consternación por la destrucción de los cipreses en la zona. La rafaeleña describió el dolor que le ha generado ver que animales, como perezosos y ardillas, han sido víctimas de atropellos y desplazamientos debido a la destrucción de su hábitat.
“Estoy muy indignada con lo que está sucediendo aquí, en este lugar, que siempre se ha caracterizado por una naturaleza espectacular que nos ha dado muchas alegrías y hemos vivido muy en paz con nuestros animales. Ahorita estamos viendo violada toda la naturaleza y lo más triste, es que hemos visto a los animales como perezosos, ardillas, armadillos, y demás animales, tirados sobre la calle, atropellados por vehículos, guindando en los cables eléctricos, porque les han violado su hábitat. Créame que me dan ganas de llorar sinceramente, porque esto es una violación”, expresó Quesada.
Por su parte, Denise Mora, del colectivo Heredia Florece, destacó la respuesta positiva de la ciudadanía, que ha mostrado un firme apoyo a la causa. Mora explicó que el proyecto que se está impulsando tiene como objetivo declarar el corredor como patrimonio paisajístico, lo que garantizaría la protección de los cipreses y la preservación de la biodiversidad en la región.
Llamado para este lunes por cipreses de El Tirol
Muñoz y Quesada invitaron a todos los vecinos e interesados a asistir a la Municipalidad de San Rafael este lunes, a las 6 p. m., para seguir apoyando la causa y presentar el proyecto para la declaratoria de patrimonio.
La tala de estos árboles en El Tirol fue autorizada a raíz de una demanda presentada por una vecina de apellido Tkachenko, quien solicitó el derribo de 65 cipreses en la vía pública debido a que considera que las raíces y el viento pueden poner en riesgo su propiedad. La solicitud fue aprobada en tres ocasiones por el Juzgado Agrario del Primer Circuito Judicial de Alajuela.
El 13 de febrero, el alcalde de San Rafael de Heredia, Jorge Eduardo Arias Santamaría, explicó a La Nación que los árboles colindan con la propiedad de Tkachenko y que, debido a su altura y la cercanía a la propiedad, podrían representar un peligro para los bienes de la demandante.

