
El discurso usado por el mandatario Rodrigo Chaves para convocar a una marcha contra el fiscal general, Carlo Díaz, este martes, tiene enormes similitudes con la estrategia utilizada por el expresidente venezolano Hugo Chávez, cuando emprendió su ofensiva contra el Poder Judicial. Ambos guiones incluyeron manifestaciones progobierno.
En el año 2002, el expresidente Chávez intensificó su estrategia para desprestigiar al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. El ataque empezó con discursos en barrios estratégicos y terminó en convocatorias a manifestaciones contra los magistrados.
23 años después, en Costa Rica, el presidente Chaves ha hecho un uso sistemático de las conferencias de Casa Presidencial para desprestigiar al Poder Judicial, muchas veces con faltas a la verdad; y recientemente, las utilizó para convocar a una manifestación progobierno contra el fiscal general, a quien acusa de hacer “cosas apestosas”.
Seguidores de Chaves organizaron una concentración con transporte y alimentación gratuitos, mediante autobuses financiados por personas y grupos anónimos. Así consta en audios suministrados a La Nación.
A la protesta asistiría Chaves, quien desde hace un mes comunicó su intención de participar.
“Lo del 18 de marzo, ojalá la gente exprese su voluntad, yo no les voy a decir si tienen que venir a San José o no, pero si piensa lo mismo que pienso yo del fiscal, con suerte me aparezco yo también, lo voy a pensar”, afirmó Chaves el 12 de febrero en Casa Presidencial.
El fiscal está a cargo de investigaciones en donde el presidente Chaves figura como investigado; por ejemplo, por un presunto financiamiento ilegal de campaña.
‘Agarró el diccionario tico’
A inicios de marzo, La Nación conversó con un ciudadano identificado Wenseslao, quien recolecta dinero y donaciones para ofrecer transporte gratuito desde Limón. Según explicó el hombre, la movilización se debe al discurso del presidente.
“En la vieja política, hablaban palabras bonitas y ‘fraserío’ muy moderno, muy sofisticado que el de pata rajada, como nosotros, no entiende. Ahora, el presidente nos enseñó cuál es el lenguaje, el hombre agarró el diccionario tico y nos dice lo que dicen estos tipos con eso es esto”, declaró, tras reconocer que existen grupos de WhatsApp donde se organizan para este martes.
Hugo Chávez: ‘Borrachos y falsificadores’
La estrategia del discurso fue clave en el nacimiento del chavismo venezolano. En agosto del 2002, Hugo Chávez se subió a un podio frente a sus simpatizantes para llamar “borrachos” y “falsificadores” a los magistrados del Tribunal Supremo (órgano que en Costa Rica es el equivalente a la Corte Suprema).
Notas del diario español El País y la agencia EFE reseñaron cómo esa actividad organizada en Caracas, en las cercanías de la sede del Ejecutivo, fue empleada por el entonces presidente Chávez para criticar al Poder Judicial.
Ese evento tuvo lugar apenas dos días después de que el mandatario convocara al pueblo a una marcha promovida por el gobierno .
En ese mismo año, El País reportó que el exmandatario venezolano anunció un “contraataque del pueblo y de las instituciones verdaderas” y convocó a sus simpatizantes a manifestaciones callejeras para rechazar una sentencia del Tribunal Supremo contra un grupo de militares opositores que habían intentado derrocarlo. El expresidente calificó el actuar de los magistrados como “un atropello” y como una “monstruosidad”, al tiempo que los acusó de haber “manchado” al Poder Judicial venezolano ante el mundo.
Se trata de palabras muy parecidas a las que ahora usa Rodrigo Chaves.
Frente a miles de seguidores de la ciudad de Cumaná, ubicada a 402 kilómetros al este de Caracas, Chávez también hizo uso de su retórica provocativa y acusó al Poder Judicial de conspirar contra su administración; así lo informó la agencia EFE.
“La decisión del Tribunal no fue tomada por arte de magia, sino que forma parte de un plan estratégico de los enemigos de la revolución para quebrarla. Pero no podrán pasar por encima de la dignidad de un pueblo”, declaró en esa ocasión.
Esta estrategia de confrontación con el sistema judicial se enmarcó en un contexto de creciente tensión en Venezuela, donde el Ejecutivo buscó extender su dominio a los demás poderes del Estado, hasta que lo consiguió y, con el paso del tiempo, se consolidó en el régimen que hoy dirige Nicolás Maduro.
Ya para 2004, con una mayoría en la Asamblea Nacional, los diputados oficialistas aprobaron una nueva Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia. Con ella, ampliaron el número de magistrados de esa corte y luego llenaron las vacantes con jueces afines al chavismo; así lo denunció la ONG Human Rights Watch, que evidenció como para entonces el presidente del Tribunal Supremo y el fiscal general ya estaban del lado del Gobierno.
El caso de Nicaragua
En Nicaragua, las movilizaciones de masas también han sido una estrategia utilizada por el régimen dirigido por el presidente Daniel Ortega y su ahora copresidenta, Rosario Murillo, para legitimar su poder.
Según una publicación del medio nicaragüense Divergentes, en el 2022 el gobierno de Nicaragua obligó a empleados estatales a participar en manifestaciones conmemorativas del 43 aniversario del triunfo de la revolución sandinista.
Mientras el régimen se preparaba para celebrar la efeméride con un evento restringido en la Plaza de la Revolución, los trabajadores del Estado y simpatizantes oficialistas fueron forzados a salir a las calles desde la madrugada del 19 de julio, siguiendo la orden de convertir “cada casa en una plaza”.
Según testimonios recogidos por ese medio, las instituciones estatales tuvieron que suspender sus servicios para obligar a los trabajadores a asistir a las manifestaciones. Además de las movilizaciones, el régimen también presionó a docentes y otros trabajadores estatales para que publicaran contenido propagandístico en redes sociales.
