
El congresista republicano Mario Díaz-Balart, afín al gobierno de Donald Trump, utilizó argumentos similares a los expuestos por Rodrigo Chaves para pedir a Costa Rica información sobre el proceso de levantamiento de inmunidad del mandatario.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) solicitó a la Asamblea Legislativa retirar el fuero para estudiar denuncias sobre presunta beligerancia política de parte de Chaves.
Díaz-Balart se pronunció un día después de que, en su habitual conferencia de prensa, Chaves adelantó que “amigos internacionales” estaban empezando a preguntar por la situación. El costarricense se había reunido con el republicano en julio pasado.
Este jueves, en la red social X, el congresista estadounidense anunció que solicitó información a la embajadora costarricense en Washington, Catalina Crespo.
El excanciller costarricense Manuel González consideró normal que un político estadounidense requiera información, pero en su criterio Díaz-Balart comete un error conceptual sumamente grave y tiene una concepción inadecuada, al asegurar que hay “intentos de remover a un presidente a pocos meses de las elecciones”.
“Lo que se discute en la Asamblea, a pesar de que algunas personas tratan de explicarlo de otra manera, es la solicitud del TSE, una de las instituciones más sólidas, con credibilidad y respeto, de que se le levante la inmunidad al presidente como parte de una investigación por beligerancia. Eso no tiene nada que ver con remover a un presidente ni es el equivalente al impeachment de Estados Unidos. No hay ningún paralelismo”, dijo González.
En su publicación, el congresista de Florida calificó de alarmante la posibilidad de remover a un mandatario a pocos meses de las elecciones nacionales mediante “mecanismos ambiguos”.
“La posibilidad de que un presidente en funciones—en una de las democracias más estables y consolidadas de la región—pueda ser apartado por expresiones políticas mediante procedimientos cuya base constitucional es cuestionable, genera serias inquietudes", dijo.
Díaz-Balart es presidente del subcomité de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados de la Cámara de Representantes, el cual supervisa y propone la asignación de fondos federales destinados al Departamento de Estado y programas internacionales como ayuda a otros países.
En enero de 2021, fue uno de los tres republicanos de Miami que votaron en contra del segundo juicio político contra Trump, tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de ese año. El político rechazó el artículo de acusación por “incitación a la insurrección”.
Además, ha respaldado iniciativas como el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Centroamérica y se ha interesado por asuntos internos de otros países de la región.
Por ejemplo, ha sido un duro crítico del gobierno de Colombia y se ha pronunciado en defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien resultó absuelto de una acusación por fraude procesal y soborno en actuación penal.
Explicaciones deben ser precisas y en respeto a soberanía, dicen excancilleres
Los excancilleres Manuel González, Enrique Castillo y Rodolfo Solano explicaron a La Nación, por separado, que es usual e incluso comprensible que congresistas y senadores expresen interés en acontecimientos políticos de la región.
No obstante, advirtieron de que cualquier valoración que hagan los legisladores estadounidenses debe basarse en información precisa y verificable sobre los procesos internos de Costa Rica.
“Nuestra Embajada en Washington D.C. debe brindar al congresista la información detallada que le permita comprender la fortaleza democrática e institucional del país”, comentó el excanciller Solano.
El exministro también detalló que el congresista debe tener información suficiente y precisa para entender que los procesos internos en el país se desarrollan plenamente conforme con la Constitución Política y la legislación vigente.
“Costa Rica posee un sólido andamiaje democrático e institucional, respaldado por instituciones independientes y mecanismos claros de control. El Departamento de Estado, con base en los informes de la Embajada en San José, podrá suministrar información adicional para evacuar cualquier duda”, señaló Solano.
El excanciller Enrique Castillo agregó que la información que recogen congresistas o senadores les sirve para orientarse en la toma de posición para la discusión de proyectos de ley o para hacer propuestas dirigidas al Departamento de Estado.
Castillo indicó que, posiblemente, Díaz-Balart busca entender el sistema electoral costarricense, que es radicalmente diferente al de Estados Unidos, donde los presidentes y funcionarios públicos no tienen prohibido participar en la política partidista.
Por su parte, Manuel González calificó de usual que haya reuniones entre la embajadora y los congresistas, para que la diplomática pueda explicar el entorno del país y la relación bilateral con Estados Unidos, que es la más importante y estrecha que tiene Costa Rica.

