Tras una seguidilla de suspensiones y renuncias que dejó acéfalo al gobierno local del cantón de Mora, el regidor Emmanuel Ferrer Venegas asumió como alcalde interino y con una tarea monumental por delante: reconstruir una administración debilitada y marcada por la desconfianza.
El cantón cuyo alcalde y vicealcaldesa descuentan una suspensión de seis meses, dictada por un juez, ocupa el último lugar en transparencia, según el Índice de Competitividad Cantonal (ICN) del 2024.
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“No puede ser que este cantón esté en último lugar y, tras de todo, seamos el cantón con las autoridades suspendidas por una investigación judicial. No puede ser, la imagen está por los suelos y me toca a mí ver la manera en cómo levantarla como jerarca", declaró Ferrer en una entrevista con La Nación.
El politólogo, de 31 años, representante del partido cantonal Unidos para el Desarrollo (PUEDE), ejerce hoy como alcalde interino tras una cadena de eventos que desintegró por completo la línea de sucesión natural.
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Recuento de los hechos
En la génesis de la crisis de liderazgo en el ayuntamiento josefino está la suspensión del cargo por seis meses del alcalde Alfonso Jiménez Cascante y de la vicealcaldesa Ariuna Cabal Lombodorzh, ambos del Partido Liberal Progresista (PLP).
Las autoridades fueron separadas de sus funciones, desde finales de febrero, como medida cautelar mientras avanza la investigación que está en curso contra ambos funcionarios por presuntas irregularidades en contrataciones de obra pública.
A esto le siguió la renuncia del segundo vicealcalde, Maynor Guevara Mora, por afectaciones a su salud, y la dimisión a la presidencia del Concejo Municipal, por parte de la regidora María Picado Ovares.
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La integrante de PUEDE y compañera de bancada de Ferrer, se hizo a un lado por la imposibilidad de ejercer como alcaldesa y presidenta del Concejo, de forma simultánea, debido a sus responsabilidades laborales ordinarias.
El hecho de que Ferrer labore en una empresa de asesoría política, propiedad de su familia, es lo que, a criterio del alcalde interino, le dio la libertad de asumir la responsabilidad.
Llevar orden y transparencia
Mora se ubicó en el último lugar en transparencia del ICN, entre los 82 cantones analizados, debido a que “la Municipalidad demuestra inadecuados mecanismos de rendición de cuentas y legitimidad hacia la ciudadanía”.
Por todo lo anterior, Ferrer asegura que su administración temporal estará enfocada en “poner orden en la casa” y llevar transparencia al gobierno local.
Con tan solo una semana en el cargo, Ferrer pudo corroborar que había un gran número de proyectos y asuntos administrativos estancados en el gobierno local, desde mucho antes de que se diera la suspensión de los jerarcas.
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“Lo primero es desentrabar este asunto. Porque lo cierto es que hay proyectos estancados, pero la administración interna está estancada. Entonces, llevo una semana de locos, para tratar de encaminar y poner todo al día. Ha costado mucho, pero eso es lo principal en estas semanas”, indicó.
Una de las situaciones más urgentes que tuvo que atender fue el cierre del Centro de Cuido y Desarrollo Infantil (CECUDI) de Mora, situación que afecta a 75 familias del cantón. Alegó que la renovación del servicio no se pudo concretar porque habían demasiadas apelaciones en contra de la adjudicación y la empresa a cargo desistió seguir adelante.
Si bien no hay una fecha definitiva para la reapertura del CECUDI, Ferrer indicó que han logrado avanzar con el nuevo proceso de contratación, siendo que la nueva empresa ya hizo el depósito de la garantía de cumplimiento y están en la etapa de refrendo por parte del área de Contabilidad.
Temor de lo que puede venir
Entre las tareas de Ferrer también está el dar continuidad a procesos que el alcalde Alfonso Jiménez puso en marcha, debido a que ya hay recursos asignados o compromisos asumidos.
Consultado sobre si existe inquietud sobre la existencia de eventuales vicios, dado el proceso judicial que enfrentan los jerarcas, Ferrer indicó que “sí, claro, eso es un temor”.
“Parte de las responsabilidades que mapeábamos todos los regidores en el momento de postularnos para elegir al nuevo presidente del Concejo y de quien se convertiría, también, en el nuevo alcalde, era encontrar una municipalidad con cierto tipo de acciones cuestionables que se veían desde el Concejo municipal y que la ciudadanía pudo observar”, agregó.
Señaló que existe un “trabajo laborioso de revisión” de cada uno de los asuntos, pero desconoce si existen otras investigaciones en marcha, sobre gestiones internas del ayuntamiento.
“Espero no llevarme sorpresas y que venga el OIJ (Organismo de Investigación Judicial) otra vez. Si tiene que pasar, pues tiene que pasar”, expresó.
Aseguró que serán meticulosos en la toma de decisiones y que actuarán con base en los criterios técnicos de cada uno de los departamentos del gobierno local.
Que la crisis en Mora sirva de ejemplo
El alcalde interino también hizo un llamado a reflexionar sobre lo acontecido en el cantón de Mora, para que la experiencia sirva de ejemplo, en cuanto a la figura de la segunda vicealcaldía y la importancia de que la persona en este cargo tenga funciones definidas, desde el día uno.
“Es para que la gente también tome en cuenta cuál es la importancia de la fórmula completa de la alcaldía, que mucha gente ve al segundo vicealcalde como un relleno. No debería, jamás. La costumbre ha sido generar los espacios y las responsabilidades solo a los primeros dos (alcalde y vicealcalde). Creo que eso ha sido un error enorme, histórico”, advirtió.
La inestabilidad en la jerarquía municipal generó temor entre los funcionarios, según reconoce el alcalde, especialmente ante la posibilidad de que no se cubrieran las nóminas. Actualmente, Ferrer busca reforzar la confianza y mejorar la comunicación con los distintos departamentos.
No obstante, admite que existe una gran expectativa en torno al estilo de liderazgo que imprimirá en la alcaldía. Ferrer se mantendrá como alcalde interino hasta el próximo 21 de agosto, eso es, si la medida cautelar impuesta al alcalde y la vicealcaldesa no se prorroga.
