Es evidente que el sistema de salud requiere de una serie de reformas para mejorar los índices que se reportan en el país. Las reformas que se hicieron al sector salud hace varios años fueron adecuadas para esa época, pero requieren modificaciones profundas.
Dentro de estos cambios, debemos activar mecanismos para garantizar a los estratos sociales más necesitados el acceso a los servicios de salud, disminuir los tiempos de espera para citas, mejorar la relación médico-paciente y ofrecer esquemas diagnósticos y terapéuticos acordes al avance de la ciencia.
Las alternativas son varias y no necesariamente debemos ajustarnos a una sola, sino que se deben valorar combinaciones funcionales. Una es fortalecer los sistemas de atención mixta o de libre elección médica, donde el asegurado pueda elegir el especialista que desee, saliendo del esquema tradicional y por lo tanto de las listas de espera institucionales, pueda ser atendido por su médico en forma privada, con un reintegro económico parcial o total por parte de la institución al paciente. Este mecanismo de atención no sólo beneficiaría a quienes tengan capacidad para hacerlo, sino que al reducir el tamaño de las listas de espera también ayudaría a los individuos que forzosamente deben esperar una atención completamente pública.
Análisis a fondo. Además de lo mencionado anteriormente, la Caja Costarricense de Seguro Social debe hacer una análisis de su situación actual. En este sentido se debe valorar cuál es la situación de la atención médica en la institución y las razones por las que los usuarios, y los prestadores de servicio, frecuentemente manifiestan un alto grado de disconformidad. Se debe estudiar si es conveniente que los servicios paralelos, que no son médicos, dependan de la institución o si se debe cambiar a un mecanismo de compra de servicios. Es además fundamental buscar opciones que mejoren la recaudación y actualización de las cuotas que la institución recibe de los asegurados y del estado. Es inaceptable, desde todo punto de vista, que el estado le deba a la única institución pública prestadora de salud a los costarricenses sumas millonarias, o que en un acto meramente político cancele estas cuotas con bonos pagaderos en plazos de hasta 15 años.
Me parece que este tipo de análisis del sector salud deben ser una prioridad nacional. Nuestra generación recibió un país con excelentes índices de salud, es nuestra obligación mejorarlos y entregarle a las futuras generaciones un país con un sistema de salud ágil, funcional y competitivo.
(*) Pediatra infectólogo, jefe del Departamento Consulta Externa y Emergencias, Hospital Nacional de Niños.