Uno de los temas interesantes en un seminario reciente de Siprocimeca fue la visión del liberalismo (mal llamado neoliberalismo) acerca del individualismo.
Se dijo que el liberalismo creía que el interés egoísta del individuo era lo único que importaba en cuanto a su toma de decisiones o, como aseveraría algún economista neoclásico, que en la función de utilidad del individuo contaban solo los intereses propios de ese individuo, a quien se llama homo economicus y que solo busca hacer máxima su utilidad, sin tomar en cuenta intereses externos a él.
Este tema no es irrelevante para el ser humano de carne y hueso; se trata de si lo único que importa al individuo es su interés egoísta o si toma en cuenta los de otras personas o entidades. En esa reunión se señaló a dos economistas, Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, como ejemplos de liberales que creen que las personas solo procuran hacer máximo su beneficio propio y nada más, con los consecuentes efectos sociales negativos de tal comportamiento.
Acciones individuales. ¿Qué opinan esos dos economistas, miembros de la llamada escuela austriaca de economía? De la obra máxima de Mises, La acción humana , obtengo lo siguiente: "...esta distinción entre motivos 'económicos' y 'no económicos' de la acción humana es insostenible... no era una idea de [los economistas clásicos] que la demanda, tal como usaron ese concepto, estaba exclusivamente determinada por motivos 'económicos' diferentes de motivos 'no económicos'." (pág. 63-64). El crítico de Mises desconoce que basar el análisis económico en el comportamiento individual, en vez de hacerlo en el de los agregados (sociedad, nación, estado, partido, etc.), precisamente es lo que nos permite entender el comportamiento de esos agregados. Dice Mises, sobre lo que se denomina el individualismo metodológico, que "no existe colectivo social concebible que no se haga operativo mediante las acciones de algunos individuos... el camino para el conocimiento de los 'todos colectivos' es por medio de un análisis de las acciones de los individuos" (pág. 42).
Por su parte, Hayek, en Individualismo y orden económico , me parece que aclara la confusión que en ocasiones se da. Dice Hayek: "El énfasis [del individualismo] descansa en el hecho de que... el Estado... debería ser solo una pequeña parte de ese organismo más rico que llamamos 'sociedad' y que aquél simplemente debería proveer de un marco en el cual la colaboración libre de las personas (y por lo tanto no 'dirigida conscientemente') tenga el máximo ámbito posible... Esto requiere... que el Estado debidamente organizado, por un lado, y los individuos, por el otro, [estén] lejos de ser vistos como las únicas realidades, a la vez que sean suprimidas todas las asociaciones y formaciones intermedias... El verdadero individualismo afirma el valor de la familia y de todos los esfuerzos comunes de las pequeñas comunidades y de los grupos... Cree en la autonomía local y en las asociaciones voluntarias y... de hecho, el caso en su favor descansa fundamentalmente en la posición de que muchas de las razones por las cuales usualmente se invoca la acción coercitiva del Estado podrían ser mejor satisfechas mediante la colaboración voluntaria" (pág. 22-23).
Racional y óptimo. Por lo expuesto del pensamiento de Hayek y Mises no parece que solo el comportamiento egoísta determina la acción humana. No hay razón para deducir que los liberales sean, por tanto, seres insensibles a cualquier cosa diferente de su propio ego. Al economista liberal Gary Becker un neoclásico se le dio el Premio Nobel en Economía por haber aplicado el principio de comportamiento racional y de optimización a áreas donde los investigadores anteriormente habían asumido que el comportamiento era habitual y hasta irracional. Gary Becker aplicó su individualismo metodológico a temas como el comportamiento de la familia, la discriminación en los mercados de trabajo, el crimen y su castigo, la educación, entre otros comportamientos no de mercado. Con esto espero haber ayudado a separar la paja del arroz.