Perecear

 Perecear no es negligencia o flojedad, sino placer máximo de espíritus superiores

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Me gusta lo que escribe Amalia Chaverri, pero también como escribe, que en esto del escribir el arte está en la forma y no en el tema. En reciente artículo extrae el apacible verbo perecear de su meditación sobre el papel que han jugado las hamacas en la guerra de los indoamericanos contra el dominio español, hasta el extremo de compartir, con un comentarista que cita, la siguiente sentencia: “posiblemente la independencia de América Latina no se hubiera dado sin el recurso de las hamacas”. Esto que pareciera un exagerado giro poético, tal vez no lo sea tanto.








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