He aquí algunas de esas frases que podrían dar luz sobre el tema: “El sistema capitalista global es una forma distorsionada de sociedad abierta. La sociedad abierta se basa en el reconocimiento de que el entendimiento humano es imperfecto, en consecuencia, nuestras acciones producen resultados no intencionales”.
“La soberanía de los estados debe estar subordinada a la ley internacional y a las instituciones internacionales. El mayor opositor a esta idea es Estados Unidos, que, en su condición de única superpotencia en el mundo, rechaza subordinarse a ninguna autoridad internacional”.
“En el sistema socialista-marxista, al Partido se le encarga la colocación de capital, no con base en principios económicos, sino en consideraciones políticas convertidas en dogma cuasirreligioso”.
“El Iluminismo no surgió de la nada: sus raíces se hunden en el cristianismo, que, a su vez, surgió de la tradición monoteísta del Antiguo Testamento y de la filosofía Griega”.
“Hemos vivido durante 200 años en la Edad de la Razón, suficiente tiempo para descubrir que la razón tiene sus limitaciones. Estamos listos para entrar a la Edad de la Falibilidad”. (El párrafo anterior me ha recordado las palabras del poeta francés André Chémier momentos antes de ser guillotinado en el apogeo del terror: “Los jacobinos presumen de conferir certificados por pensar correctamente”).
Monopolio de la verdad. “Falibilidad significa que nadie tiene monopolio de la verdad. Falibilidad permite un ancho espacio para divergencias culturales. La tradición intelectual occidental no debe ser impuesta de manera indiscriminada al resto del mundo en el nombre de valores universales. La forma occidental de democracia representativa puede no ser la única forma de gobierno compatible con una sociedad abierta”.
“Desde el nacimiento del capitalismo ha habido crisis financieras periódicas con consecuencias devastadoras. Para prevenirlas, tanto los bancos como los mercados financieros deben estar sometidos a estrictas regulaciones”.
“Sin la intervención de las autoridades financieras, el sistema financiero internacional hubiera colapsado al menos en cuatro ocasiones: 1982, 1987, 1994 y 1997”.
“Estados Unidos fue uno entre solo siete países que votó en contra de la Corte Penal Internacional. Los otros fueron China, Iraq, Israel, Libia, Qatar y Yemen”. Ciertamente, estos países no representan, que digamos, una compañía distinguida.
“La Corte es un paso en la dirección correcta. Es imperativo un cambio radical en la política exterior de Estados Unidos para establecer la supremacía del Derecho y la Ley en la arena internacional”.
George Soros es enemigo acérrimo y poderoso del presidente Bush. De su gran fortuna (7.000 millones de dólares) piensa gastar varios millones para tratar de frenar la reelección de Bush y sus consejeros, a quienes considera nefastos para mantener la armonía entre las naciones y la paz mundial. El poder del fanatismo y de la incomprensión están muy lejos de extinguirse.