Opinión

Oración del automovilista

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Padre Nuestro que estás en las devastadas carreteras de la vida, te ruego, te suplico y te imploro que los cráteres por los que atravesamos todos los días nos dejen pasar y no nos traguen con todo y automóvil. Te lo pedimos, Señor. Que el hueco nuestro de cada día no se esconda debajo de la lluvia y de la noche para que no se haga leña el chunche. Que el AyA, el ICE y la muni no dejen trabajos a medio palo por las calles por las que yo atravieso. Que el asfalto soporte este invierno. Te lo pedimos, Señor.








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