EscucharUsted no está leyendo una noticia vieja, de 1999 o del 2000. La habrá leído recientemente, por tercera vez al menos, nada menos que en este nuevo siglo, que se asegura será el del desarrollo científico y tecnológico.
No crea que se encontró un periódico viejo por ahí y se está enterando de que la gasolina subirá y bajará de precio ocho ó 10 veces en el 2001, con el consiguiente perjuicio que ocasionan todos los ajustes que tales medidas conllevan. No pronto lo va a leer de nuevo porque no ha sido posible aprobar el impuesto único a los combustibles.
Pero, ¿no era que ese proyecto de infraestructura, ¡por fin!, ya había sido bien adjudicado y disfrutaríamos de las obras en unos cuantos meses? ¿Le parece historia añeja lo de que hay errores, omisiones y dudas y proceden las apelaciones?
Si usted lee Marhnos, revisión técnica, licitación del hospital de Alajuela, por favor deseche ese diario, pero si le aparecen nuevos nombres en el venturoso año que apenas despunta, no lo haga sin revisarle la fecha.
¿Por qué nos cuesta tanto hacer las cosas bien desde el inicio, organizarnos adecuadamente, cumplir con nuestros deberes y sentar responsabilidades? En suma, avanzar modernamente como país.
En el caso de los 200 días lectivos, para volver sobre uno de los temas, los representantes magisteriales dicen que deben consultarlo con los padres de familia y los estudiantes. ¿Es esto democracia o falta de autoridad del Gobierno para imponer lo que más le conviene a Costa Rica?
Definitivamente es lo segundo. Y es obligación de los poderes de la República romper, sin más dilaciones, todos esos círculos viciosos que frenan el desarrollo nacional.
