Opinión

Ni santa ni ramera

Evita, mujer extraordinaria, con aciertos y errores

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Tanto en vida como después de muerta Evita siempre ha despertado sentimientos encontrados en torno a su persona. Para miles de argentinos que le profesaron y profesan aún una devoción similar a la de la Virgen María es la gran santa, la primera samaritana argentina, la madre de los pobres, la hermana de los afligidos. Para otros en cambio, fue tan solo una prostituta inculta, populista y ambiciosa hasta la médula.








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