Opinión

Nadie dijo que sería fácil

Ser madre, una hermosa tarea

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Ya sea que se “pidan” o no, desde el momento cuando sabemos que están en el vientre, son parte nuestra. Desde los primeros días de gestación los empezamos a cuidar, a proteger, a pedir a Dios por ellos, y nuestra vida da un giro enorme, ¡enorme! Nuestros sentimientos cambian, nuestro amor se duplica, las preocupaciones nacen con ellos, las luchas de cada día empiezan verdaderamente, y hasta llegamos a comprender y a amar mucho más a nuestros propios padres.








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