Si llegara a San José por primera vez y le preguntaran: "¿Qué vio?", probablemente diría: "¡Buses!". Porque San José (Busópolis) está repleta de autobuses. Gran parte de las principales vías son paradas de autobuses sin fin, sin control, sin gusto. Desde el Paseo Colón hasta Curridabat y desde Tibás a Desamparados, las rutas son una interminable fila de buses ruidosos, que emiten grandes cantidades de quién sabe qué cosas malas para la salud de los mopets .
Si miramos de cerca, veremos un altísimo índice de emisiones por mopet (EPM) porque muchos autobuses circulan medio vacíos la mayor parte del tiempo y causan gran contaminación auditiva y visual, además de ser los campeones del congestionamiento. No parece razonable ni ambientalmente sostenible que cada barrio tenga una línea de bus que pase por el centro de la ciudad y deseablemente muy cerca de la Catedral. Los mopets están perdiendo la pelea y no me sorprendería que el nivel de EPM sea la fuente de muchas enfermedades que sufren porque trabajan o viven allí. Si agregamos la desenfadada práctica de la distribución en camiones a cualquier hora en el centro de la ciudad y el creciente numero de autos particulares que compiten por espacio para estacionar, se completa la fotografía de Busópolis .
Inseguridad y contaminación. La ciudad no solo se ha vuelto intransitable, sino incaminable: inseguridad personal, mala calidad del aire y insuficiente estacionamiento, aceras constantemente ocupadas por ventas callejeras, descarga de mercaderías, "cuidacarros" o gente pidiendo dinero. Y en medio del jolgorio, los contaminadores tolerados invaden las aceras al girar en cada esquina, en un baile macabro con los mopets que aspiran, sin poder evitarlo, algo que ya no es aire respirable. Ingeniería de Transito tiene más de ingenua que de ingeniosa porque las paradas de varias cuadras aumentan la cantidad y densidad del aire sucio. ¿Será porque, como dijo don Abel, somos un país pobre o porque el MOPT no piensa en los mopets ? El precio del petróleo no ayuda porque las tarifas aumentan al mismo ritmo y la emisión de gases no se en cuenta. Nadie habla de usar buses eléctricos o a gas natural o hidrógeno, ni en broma. Pareciera que los autobuseros y camioneros tienen gran influencia política o saben de esto más que el MOPT porque se desplazan a placer casi en cualquier espacio de la ciudad y se detienen en cualquier parte por largos periodos aumentando la cantidad de EPM. Quizás la Sala Cuarta -la gran tomadora de decisiones- haga algo para proteger a los mopets , como obligar al Ministerio de Salud y al Minae a actuar.
Buena y simple solución. En ciudades que han llegado cerca del colapso vial, como Bogotá y México, se han implantado soluciones como el Milenium y el Metro Bus, con éxito inmediato. Como toda buena solución, es muy simple. Son autobuses articulados para 200 mopets (deseablemente eléctricos) que recorren las estaciones con intervalos de 5 minutos usando carriles exclusivos.
¿Cómo lo hicieron? Alguien con autoridad y decisión convenció a los concesionarios de autobuses a reducir los recorridos y los integraron como socios en la operación del nuevo servicio.
¿Qué lograron? Mayor fluidez vehicular, reducción impresionante de los tiempos de traslado, buen negocio para los operadores, y los mopets tienen más espacio y aire respirable para seguir con sus quehaceres en la ciudad. No creo que esto sea nada nuevo.
¡Pero cómo nos cuesta lograr soluciones para la mayoría!
Es necesario tener autoridades con liderazgo y pantalones o enaguas bien puestos. Mientras esperamos el nacimiento del primer mopet inmune a las emisiones letales, los atropellos y asaltos, deberemos soportar las consecuencias de las mutaciones.