La actividad empresarial y económica no es ajena ni se sustrae el entorno institucional y cultural de un país, de modo, que la reseña sobre los alemanes en Costa Rica, iniciada en artículos anteriores, quedaría incompleta si se dejara de mencionar la notable contribución de los alemanes en estos campos.
El incipiente Estado a mediados del siglo XIX requería, para estructurar su administración y promover el desarrollo, de profesionales, técnicos y asesores en aspectos tales como educación, salud, hacienda, administración y obras públicas. Los inmigrantes alemanes que traían consigo un bagaje de cultura y de conocimientos, prestaron valiosos servicios en estas áreas, permitiéndoles alcanzar importantes posiciones en el estamento político del país. Ingenieros, economistas, versados en leyes, médicos y otros profesionales alemanes contribuyeron decididamente al desarrollo institucional del país. En este proceso destacan los nombres de Kurtze, Streber, Nanne, von Chamier, Hoffmann, Runnebaum, Bansen, Braun, Prestinary, Tattenbach, Witting, Johanning, Carmiol, Starke, Wedel, Steffens, Dittel, Mohs, Luthmer, Lutschauning, Rothe y Gólcher.
Enseñanza y cultura. No menos importante fue la contribución de los alemanes a la consolidación y perfeccionamiento de la enseñanza y a la divulgación de la cultura en el país. Los métodos e ideas pedagógicas alemanes se introdujeron en Costa Rica indirectamente, vía Instituto Pedagógico Alemán en Chile donde estudiaron, a fines del siglo pasado, los grandes reformadores de la educación secundaria en Costa Rica. Profesores alemanes ayudaron a la fundación de los colegios de Señoritas y Liceo de Costa Rica y a la implementación en ellos de las reformas educativas. En el Colegio San Luis Gonzaga se recuerda la labor de su director Vicente Lachner. La obra misionera de la Orden de los Vicentinos o Paulinos iniciada por Monseñor Bernardo Augusto Thiel en Talamanca y Limón y la labor pedagógica a través del renombrado Colegio Seminario es ampliamente reconocida, así como la importancia del Colegio Humboldt, digno sucesor de la Escuela Alemana fundada en 1912. Ambos colegios han dado un aporte significativo a la enseñanza en el país y han contribuido al acercamiento cultural entre Costa Rica y Alemania.
La difusión de la cultura universal se dió, es cierto, a través de los estudios en el extranjero, pero no menos importante ha sido el papel que desempeñó la difusión del libro y en ello también fueron sus principales gestores inmigrantes alemanes. Antonio Lehmann y mi padre, Federico Sauter, -a través de la Librería Lehmann Sauter & Compañía, como se le conoció en el primer tercio de este siglo- fueron los impulsores de una importante actividad económica y cultural: la difusión de la palabra impresa. De este establecimiento surgieron las principales y más grandes imprentas y librerías del país: Lehmann, Universal (Federspiel), Trejos y López.
En Costa Rica, muchos de los alemanes conservaron el amor por la patria lejana y el apego por las tradiciones y los valores genuinamente alemanes. No obstante, en ellos germinó con igual intensidad la identificación con la patria adoptiva y la estima por los ideales e idiosincracia del pueblo que les dio acogida. El respeto que los alemanes mostraron por lo auténticamente tico y la benevolente acogida que el pueblo de Costa Rica les brindó, tuvo como resultado la mezcla de sangre y de culturas, amalgama que tan generosos frutos ha arrojado. ¡Cuán numerosos son los ticos que con orgullo ostentan su ascendencia alemana!
Espíritu empresarial. Hoy, los descendientes de estas familias, continuando la tesonera labor iniciada por sus ancestros, mantienen vivo el proverbial espíritu empresarial germano, reforzado en las últimas décadas por la presencia de numerosos profesionales y de funcionarios de grandes corporaciones y representantes de casas fabricantes alemanas, muchos de los cuales han decidido radicar permanentemente en el país, adoptando a Costa Rica como segunda patria.
Esta breve reseña ha tenido el propósito de recordar y dar crédito a los hombres y mujeres alemanes que vinieron del otro lado del Océano Atlántico para ayudar a forjar la Costa Rica de hoy. En especial, destacar el decidido aporte que los alemanes y sus descendientes dieron, a través de sus actividades empresariales y profesionales, al desarrollo económico e institucional de Costa Rica, asimismo reconocer su particular y armoniosa incorporación al sistema social y político del país. Concluyo así las reflexiones sobre la migración alemana iniciadas en contribuciones publicadas en esta página los días 4 de enero y 1º de febrero.