El cristianismo ha dejado huella inconfundible en el desarrollo de Occidente, dice Rodney Stark enThe Victory of Reason ( La victoria de la razón ).
Stara, profesor de Sociología en la Universidad Baylor, sostiene que la teología cristiana ha privilegiado, de modo especial, la razón y que ha sido factor básico en el ascenso cultural y técnico de Occidente.
El crecimiento de Occidente, en relación con otras culturas, se ha basado en varias victorias de la razón. De la mano de la razón, la fe, en su progreso dentro de la teología cristiana, ha empujado innovaciones técnicas y organizativas, muchas fomentadas por monjes. La razón, avivada en el Medioevo, ha informado la teoría y práctica políticas y ha permitido la libertad personal y su aplicación al comercio, lo que dio lugar al desarrollo del capitalismo y a la comprensión del principio de subsidariedad.
Don divino. Los padres de la Iglesia, desde los primeros siglos, enseñaron que la razón es don de Dios y medio para adentrarse en la comprensión de las Sagradas Escrituras y de la revelación de Dios. Esto porque el cristianismo considera que Dios es un ser racional y el mundo creado por Él responde a un diseño extremadamente razonable. Así, a la investigación humana espera una estructura que tiene origen en la sabiduría de Dios. Y los teólogos de la Iglesia Católica, que empujaban la investigación racional (Zenit, 21/1/06), durante siglos desarrollaron un cuidadoso razonamiento que les llevó al asombroso desarrollo de la doctrina cristiana. Pensadores de primer orden, como Agustín y Tomás de Aquino, explica Stark, cultivaban la razón para penetrar en el pensamiento divino y en los misterios del universo creado por Dios.
La revolución científica del siglo XVI surgió como fruto maduro de siglos de progreso sistemático de los pensadores escolásticos medievales y se sostuvo por la dinámica gestión cristiana de las universidades impulsadas en el siglo XII.
Avances y actividad. Así, la época medieval dio lugar a avances técnicos y a la actividad económica. En cierto modo las órdenes monásticas vinieron a ser una especie de protocapitalismo y fomentaron el paso de una economía de subsistencia a un sistema de especialización y comercio.
La libertad, según Stark, es una victoria de la razón y fue apoyada por los teólogos cristianos que por mucho tiempo teorizaron sobre la naturaleza de la igualdad y los derechos individuales.
El filósofo y matemático Alfred North Whitehead, pensador inglés, afincado después en EE. UU., profesor de la Universidad de Harvard, declaró en 1925 que la ciencia moderna surgió en Europa debido a la fe en la posibilidad de la ciencia, derivada de la teología medieval.