Opinión

Gallego, sí; gachupín su abuelo

Cuando no hay razones, señor Ortuño, hay insultos

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Recomiendan los viejos manuales moralistas que "para responder al Diablo, utiliza su idioma". Para replicar a una salida de tono desatada por el licenciado Ortuño ( La Nación, 8/2/00) habría que rebajarse, acomodarse a la distancia recorrida por don Fernando, desde su habitual arrogancia palaciega hasta el cotidiano exabrupto contenido en el brutal lenguaje de un capataz esclavista. Flores como "mentiroso, soez, vulgar, paniaguado..." lucen mal en el decir de un nieto del gachupín don Gaspar, figura honrada, como Dios manda, en billetes de 50 colones.








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