Internacionalmente se han definido una serie de estándares de calidad en los servicios de salud por diferentes organismos internacionales, algunos de ellos muy conocidos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), institutos como el CDC de Atlanta y obviamente el Ministerio de Salud de cada país, que exige algunos estándares para permitir la operación de un hospital y/o certificarlo.
Existen a nivel mundial acreditadoras de hospitales, como la Acreditadora de Canadá, la Europea, pero sin lugar a dudas una de las más antigua y de mayor prestigio es el Joint Commission, con su oficina principal en Chicago, organismo que acredita hospitales en Estados Unidos.
Esta organización no gubernamental sin fines de lucro tiene mas de 80 años de existir y percibió con el pasar del tiempo la necesidad de hospitales de todo el mundo de obtener estándares internacionales que permitieran identificarlo como una unidad de salud que vela por la seguridad del paciente , los trabajadores y los visitantes, por lo que creó la rama internacional, llamada Joint Commission International (JCI).
Esta acreditación es voluntaria y requiere un cambio de paradigmas en toda la organización. Demanda para la primera evaluación una preparación de aproximadamente 18 meses, la cual se basa en un manual que entrega el JCI a cada hospital interesado y que contiene alrededor de 14 capítulos, algunos de ellos enfocados en la seguridad del paciente, otros en la seguridad de la infraestructura, en la seguridad del personal y los visitantes, y tiene capítulos de metas internacionales de seguridad y de control de infecciones intrahospitalarias, entre otros.
Para dar un ejemplo de la importancia de cumplir con estos estándares, voy a mencionar uno de los que ha tenido impacto visible. Es la meta internacional de seguridad del paciente #4, que dice: “Asegurar el lado correcto, el procedimiento correcto y el paciente correcto” a la hora de una cirugía. Esto obliga a la organización a tener políticas claras de este procedimiento, en el que se identifica adecuadamente al paciente, se marca el sitio de la cirugía (si es bilateral o tiene niveles), se confirma que todos los exámenes estén en el expediente y, antes de hacer el primer corte o incisión ya con el paciente dormido, todo el equipo pone atención y se lee un documento donde se confirma el nombre del paciente, la cirugía a realizar, el marcado, la esterilización de los equipos, la utilización o no de antibióticos y finalmente el equipo de médicos y personal que participará.
Con esto se ha logrado alrededor del mundo disminuir los errores de operaciones del lado equivocado, o del paciente que no era.
Certificación. Recientemente, entre el 5 y 8 de agosto de este año, el Hospital CIMA San José pasó por su tercera evaluación, en esta ocasión y por primera vez en Centroamérica con el quinto manual. El 13 de agosto, en horas de la mañana, recibimos la confirmación del JCI de que nos mantenían el estatus de acreditados por la excelencia, con lo que cumplimos con todos los estándares (mas de 300 ) y los elementos medibles (más de 1.200), lo cual confirma el compromiso de todos los que laboran en el hospital con la atención de calidad que ofrecemos.
Esta acreditación internacional es un ejemplo claro de cómo la medicina privada en nuestro país ha elevado el estándar de calidad y eficiencia en sus servicios, ejemplo que debería de ser seguido por todos los hospitales sin importar si son públicos o privados.
Nuestro compromiso es el mismo desde el inicio de este hospital: continuar siempre con la mejora en una forma permanente y que esta sea parte del día a día de todos los que laboramos en este centro de ciencias médicas.
Debemos sentirnos muy felices de este logro que llena de orgullo a nuestro hospital, a la medicina nacional y a toda Costa Rica.