La prensa costarricense ha dedicado algunos espacios al Liceo Franco-Costarricense, cuyo final –tal como lo hemos conocido– parece acercarse, luego de 40 años de historia. Mi padre participó en sus inicios, luego mis hermanos y yo fuimos alumnos y ahora mi hijo. En el Franco se me abrió un mundo que valoraba el pensamiento, la argumentación y el trabajo, en contraposición con ambientes en que se valora la clase social, la belleza artificiosa o la obediencia indiscriminada.
El artículo de don Julio Rodríguez ( En Vela , 8/agosto/08) me invitó a pronunciarme, cuando se refirió a “las tonterías” dichas en las mencionadas reuniones que en los últimos meses se han realizado en la institución, especialmente en referencia al “espíritu del 68”.
Antes, varias provocaciones: la manera en que don Jairo Villegas publicó ( La Nación , El País, 26/junio/08) cifras de manejo delicado, luego cuando escribió que “los padres no avalaron el aumento” ( 6/agosto/08 ) y un artículo de no sé cuál periódico que decía: “En el Franco los niños aprenden francés”.
Proyecto bicultural. Con respecto a esto último, una de las características que han hecho único al Franco, es su carácter de acuerdo entre dos países, lo cual lo hace un proyecto bicultural, no solo bilingüe. Participan por lo menos tres partes: dos Gobiernos y una Asociación Franco-Costarricense de Enseñanza (AFCE). Tantas partes son una cualidad, pero también una dificultad. De ahí que en las varias reuniones del Franco hay debate acalorado, disenso. No vamos a jugar de inteligentes, es probable que algunos hayamos dicho tonterías.
En esas reuniones hay que poner a dialogar dos culturas; esto brinda vigor híbrido. Sin embargo, a veces las contradicciones estallan. Para conciliar hay que escuchar y tender puentes. El 6 de agosto, Villegas afirma que los padres no avalaron el aumento. Esta es una implícita e injusta acusación. Algunos padres tuvieron una iniciativa para aprobar un aumento, que no fue avalada por todos, pues carecía de sostén legal. A muchos nos pareció que había que esperar la asamblea de la AFCE y que no era hora de dividirnos.
Porcentajes. El 27 de junio se publican alegremente los porcentajes que las tres partes aportan. Se dice: Francia aporta el 50 %, AFCE, el 40% y el MEP, el 10%. Estos términos tienen su realidad, pero también su tontería, pues cada uno parte de realidades diferentes, no conmensurables. Si bien el MEP pone el 10% de los costos, este cubre muchos salarios del personal “tico”. Hay que manejar con cuidado estas cifras, pues a veces se ha utilizado la información para enrostrar lo que se ha dado por un acuerdo diplomático.
Efectivamente, Francia aporta cifras astronómicas desde nuestra perspectiva tica. Paga salarios en euros para los profesores franceses. Hay quienes miran con sangre en el ojo esos salarios. No estoy de acuerdo con que se enrostre lo que da Francia; tampoco con que se “restriegue” lo que ganan los franceses en euros. Francia cubre el 50% de los costos, que a su vez ha incrementado, en tanto sus salarios son mayores que los ticos. Así, “el 50%” francés no implica que paga la mitad de los profesores o infraestructura.
Son realidades desiguales, de manera que nuestro “humilde” 10% del MEP no es tan poquito, pero tampoco su “enorme” 50% es tan desorbitante. Además, si dentro de este 50% hay algunas becas para franceses, el porcentaje es menor. Sumando el 10% del MEP y el 40% de los padres, mayoritariamente ticos, aunque de varias nacionalidades, incluyendo franceses, el aporte de Costa Rica no debe ser “ninguneado”, pues entre el MEP y los padres mayoritariamente ticos se paga también el 50%.
En estas reuniones, me regocijé por algo que nunca antes había visto. Desde ya temo que se me malinterpretará. Vi a madres y padres franceses preocupados. ¿Por qué me alegró? Dignidad aliviada. Varios franceses y francesas mostraron cuánta importancia tiene para ellos el Franco.
Mi corazón aliviado, pues donde hay caridad hay demasiada deuda, volvió al viejo espíritu del 68, a esa “tontería” de la que resultaba la cooperación entre dos países. El Franco ha sido una maravilla para Costa Rica, ha sido semillero de grandes gentes, pero también dimos a conocer a Francia lo mejor de su pensamiento y albergamos con amor a muchos ciudadanos franceses, que tuvieron un puente con su patria y un trabajo en un país de paz.
Luego de la denuncia del convenio por parte de Francia, algunos pedimos lo imposible: que la posición del ministro Garnier sea cierta, y sea posible una negociación.
Nota de la Redacción
Las informaciones publicadas sobre el Liceo Franco-Costarricense se basaron en las declaraciones o notas de la Embajada de Francia, Ministerio de Educación Pública y la directiva de la Asociación Franco-Costarricense de Enseñanza.
Jairo Villegas S. Periodista