La carretera vieja a Tres Ríos está siendo ampliada y las obras se encuentran por concluir. El trabajo en curso es la reubicación del tendido eléctrico, pero los postes nuevos ya exhiben horribles rollos de cable, lo cual deja mucho que desear.
Desde hace algún tiempo, ha proliferado en todo el país la costumbre de las compañías cableras de dejar grandes rollos de cable adosados a los postes. Estimo que esos rollos tienen hasta 50 metros de cable, como si los postes fueran bodegas. Además, los cables en desuso no se remueven, sino que se abandonan en sitio o se dejan colgando.
Por ejemplo, un poste cerca de Plaza Freses, de Curridabat, tiene unos 15 rollos, y unos 50 o 60 cables, de los cuales tal vez la mitad está en desuso, en completo abandono. Ello obliga a pensar que esto se salió de control y es hora de hacer algo, por el bien de la comunidad.
Causas
En reportajes de La Nación de noviembre del 2022, las cableras aducen que esos rollos son reservas de cables que les facilitan el trabajo cuando un hilo se daña y permiten rapidez de reparación al jalar la reserva.
Pero no parece lógico que la conveniencia comercial sea lo único que importe, con exclusión de todo lo demás. La conveniencia de instalación no debe primar sobre un uso decoroso y razonable de la propiedad pública.
En aquel momento, la CNFL manifestó al diario que no puede prohibir que alguna firma coloque un cable en sus postes solo porque eso genera contaminación visual. Dijeron que los postes se declaran como bien escaso y, por tanto, no se les puede decir que no a las cableras.
Me parece más bien, al revés, que por ser un bien escaso, debe dársele un uso eficiente y no permitir un uso descuidado. En todo caso, no se trata solo de derechos, sino también de deberes.
Los rollos y residuos tienen el inconveniente técnico de que obstruyen el paso de futuros cables, además de hacer más difícil y peligroso el trabajo de mantenimiento, el cual ya es riesgoso por ser a gran altura.
El dañar la estética de la comunidad afecta negativamente la percepción de seguridad y promueve la delincuencia. Perjudica la reputación de la zona y la economía de los negocios aledaños. Es contaminación visual y un daño al ambiente. El daño es evidente y de sentido común.
Soluciones
La buena noticia es que la normativa existente ofrece soluciones. El Reglamento sobre el uso compartido de infraestructura para el soporte de redes públicas de telecomunicaciones, de la Sutel, dice que “se debe armonizar el uso de la infraestructura pública que soporta redes de telecomunicaciones con las garantías de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado”, y que el desarrollo debe ser “armónico con el paisaje y que no genere impacto a la vista”. Además, los operadores “deberán dar un uso eficiente y razonable al espacio asignado en postes”.
Este reglamento faculta a Sutel a realizar las inspecciones y a obligar a los operadores a cumplir con lo establecido.
Además, el Reglamento de alquiler de espacio en postes propiedad del Grupo ICE lo faculta para inspeccionar las instalaciones, e invocando normativa ambiental, puede obligar a limpiar los postes.
El interés de las entidades públicas y privadas para aplicar la normativa existente podría ayudar a mejorar la calidad de vida en nuestras comunidades, y evitar otro caso en que las utilidades monetarias se privatizan y las pérdidas se socializan.
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Víctor Fung es ingeniero.
