En Pavas, desde hace ya bastante tiempo, algunas áreas de la comunidad se han convertido en zonas de caos vial sin que las autoridades de la Dirección General de Tránsito cumplan con el deber de solucionar los problemas. Los policías pasan, ven las situaciones que a diario se presentan y siguen como si eso no fuese asunto de su incumbencia.
Diferentes paradas de buses en las rutas hacia el interior de Pavas han sido tomadas por taxis y microbuses piratas. Para citar dos: al lado de la iglesia Virgen de Loreto y entre las panaderías Mora y Musmanni.
La primera, después de las 4 de la tarde es congestionada por microbuses con placa de vehículo privado, todos dedicados al transporte clandestino de pasajeros a los diferentes barrios de Pavas. La segunda, ubicada en la vía principal, la utilizan taxistas piratas, quienes hacen fila en la calle del frente, para luego pasar a ocupar sitio en el espacio público de la parada.
Estos señores ofrecen sus servicios estacionando sus vehículos en el área pública que las personas requieren para usar los autobuses. Al no disponer del espacio que les fue otorgado, los autobuses de servicio público de las diferentes rutas de Pavas –a veces hasta tres de ellos– bloquean el libre tránsito al detenerse en el otro carril para dejar y recoger sus pasajeros. Los niños, mujeres y adultos mayores deben soportar todas las molestias, la presión del conductor para actuar rápido y, desde luego, correr el alto riesgo que implica bajar o subir del autobús en media vía.
Las ceremonias religiosas que se celebran en la iglesia Virgen de Loreto son otra causa de obstrucción vial. Se ha vuelto costumbre que quienes asisten a esos eventos –misas, rosarios y funerales– estacionan sus vehículos en doble fila.
Reportar la situación a las autoridades del tránsito es perder el tiempo. Por su acción de respuesta, todo parece indicar que los elegantes vehículos que así se estacionan son de vecinos influyentes, a los cuales, desde luego, la Policía de Tránsito no debe molestar.
Los padres de familia han optado por dejar sus vehículos donde primero pueden. Eso sí, frente a la entrada principal del colegio o escuela y poder llevar de la mano al estudiante hasta la propia puerta del aula. Y otro tanto aportan al problema los autobuses de transporte de estudiantes y su premura de llegar a tiempo.
En las horas de entrada y salida de clase los embotellamientos son descomunales y cada padre de familia gira a su antojo con tal de obtener espacio para movilizarse hacia la puerta del centro educativo.
Sobre la vía principal a Pavas existen muchas intersecciones con vías que son muy transitadas. Por eso, son frecuentes las colisiones violentas.
Pavas, sin ninguna duda, requiere la intervención inmediata de los departamentos técnicos del MOPT.