Otro libro de María Bonilla

Ha recibido muchos premios, pero le importan más el trabajo y el diario vivir. Copartidaria de la mujer, la autora la bendice de distintas formas: “Sangre, bendice y protege a las mujeres que caminan contando las horas hasta su destino”.

Escrito en tres planos, la prosa poética, la narración biográfica y la consideración filosófica, recorre una vida que se reinventa, se remienda, se sueña, se juega, siempre con la esperanza de que el renacer es para siempre, que los caminos pasados fueron algo inexistente y que hay un presente que aparece nuevo y lleno de esperanza.

Sombras. El suyo es un libro para mujeres y hombres, y nos anima a resistir siempre las adversidades de la vida. En su obra, ella es espejo de sí misma y rememora con emoción y nostalgia etapas y sucesos de su existencia. Esos recuerdos son sus “sombras”. Pocas personas, tan callada y silenciosamente, cuentan los recuerdos grabados en su alma.

Es este un canto a la mujer, un feminismo auténtico y arrollador que consuela y promete un verdadero respeto a los más íntimos valores de la persona, guiándonos por un camino de descubrimientos y una toma de conciencia de la actual realidad de la mujer, inmersa en un siglo de confusión y desencanto donde la voz femenina se apaga cada vez más.

A pesar de la carga hedonista y materialista de la época, sus palabras no se olvidan de invitar a vivir bajo las sombras de lo humano.

“Sí, jugando a creerme, yo escribí, una vez, que fui todas esas mujeres a quienes alguna vez, un hombre –y alguna mujer– escribió o dibujó. Y muchas otras más, escritas y reescritas desde mi mano, jugando una y otra vez”.

Libro de sombras, de recuerdos, que trata de encontrar una razón a la injusticia del maltrato femenino, liberada tal vez por el sobrehumano esfuerzo de recomenzar y buscar una liberación, un sueño, una realidad que justifique su existencia.