Hago referencia al artículo publicado el pasado 6 de diciembre en la sección El País, página 4A, del periódico La Nación, denominado “Privados ofrecen energía eólica 3 veces más barata que la estatal”, en donde se hace una comparación del Parque Eólico Valle Central, proyecto perteneciente a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y al Banco Centroamericano de Integración Económica, con las ofertas presentadas por participantes en la licitación que tramitó recientemente el Instituto Costarricense de Electricidad, para adquirir 140 megavatios de energía eléctrica producida a partir de fuentes limpias.
En dicho artículo se indica que la energía producida en el Parque Eólico Valle Central tendrá un costo de $0,22 por kilovatio hora (kWh), información tomada del Plan de Expansión de la Generación Eléctrica para el periodo 2012-2024, elaborado por el Centro Nacional de Planificación Eléctrica del ICE.
Dada la relevancia de la publicación y los errores que conlleva el comparar cosas distintas, aclaramos que la información incluida en el Plan de Expansión de la Generación Eléctrica del ICE está estimada y expresada en términos económicos, y su propósito no es determinar el costo unitario, entendido dicho costo en términos financieros. Por otro lado, la información del concurso de referencia con el cual se compara dicha información sí está expresada en términos financieros. Es decir, se está comparando información calculada en términos económicos con información expresada en términos financieros, lo cual conlleva diferencias importantes.
En la metodología utilizada en el Plan de Expansión de la Generación, los precios de energía de los participantes en la licitación, utilizados en el artículo, se calculan usando criterios financieros; es decir, toman en cuenta el costo de la inversión, los costos del financiamiento, los costos de operación y mantenimiento y el costo de capital, o el rendimiento que espera lograr el generador como rentabilidad, la vida útil de los equipos, y se analizan los flujos de caja efectivos empresariales de los proyectos.
Otra diferencia sustancial que debe ser observada con mayor cuidado es el hecho de comparar un kilovatio producido por una planta que al cabo de un periodo pasará a ser propiedad de la empresa pública, respecto del costo de un kilovatio producido por una planta que nunca cambiará de dueño.
Al aplicar una metodología financiera para el Parque Eólico Valle Central el precio que se obtiene para alcanzar una rentabilidad superior al costo de capital es de $0,11; o sea, la mitad de lo escrito en el artículo en mención. Es decir, once centavos de dólar por kilovatio en una planta que pasará a ser propiedad de la CNFL oportunamente.
Los costos del concurso con oferentes privados efectuados por el ICE están expresados en términos financieros, lo que sí los haría comparables en principio al costo indicado del Eólico Valle Central; sin embargo, aún podría resultar necesario algún ajuste para hacer dichos costos exactamente comparables; principalmente por dos razones: la existencia de ajustes anuales a los precios ofrecidos para lograr el equilibrio financiero y por prevalecer regímenes de propiedad distintos en el largo plazo.
En el desarrollo del Parque Eólico Valle Central se aplicaron las mejores prácticas constructivas, ambientales y sociales. También se ha instalado equipo de última generación que optimizará la producción de energía.
El Proyecto Eólico Valle Central tiene otras fortalezas en costos para los clientes de la CNFL. Al estar el proyecto ubicado muy cerca de los centros de consumo, no es necesario agregar costos de transmisión en alta tensión; asimismo se reducen los costos por pérdidas técnicas asociadas a la transmisión para disponer de esa electricidad por parte de los consumidores.
Estamos complacidos y orgullosos de la construcción del proyecto, seguros de los beneficios que aporta a nuestros clientes y al país en general, dado el aprovechamiento de una fuente de energía limpia, propia y renovable. Esto contribuye considerablemente a disminuir el consumo de combustible en el período en que los ríos reducen sensiblemente sus caudales en la época de verano.
Pablo Cob Saborío. Gerente general Compañía Nacional de Fuerza y Luz S. A.
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