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El director de prensa de la CCSS quiere con sus comentarios ensuciar la figura más importante de la Institución para la que sirve: el médico.
Entendemos que aún en su subconsciente y sin entenderlo, nuestro estimado periodista tiene el concepto de supererogación bien enquistado.
Me refiero a lo anterior, porque el público en general y con pocas excepciones, nos pide a los galenos más de lo razonable para nuestra simple condición de seres humanos.
Pero don José elude una enorme realidad: los usuarios de la CCSS van a esa Benemérita Institución a buscar al médico porque él es el que alivia y sana sus males. Nosotros somos, y lo digo con humildad pero a la vez con gran orgullo, los profesionales que día y noche brindamos nuestro mejor esfuerzo para que los costarricenses gocen de los índices de salud que son ejemplo en América Latina.
Críticas mezquinas. Luego de casi tres décadas de ejercicio de esta bella profesión, he reconocido en los Consejos de Esculapio una fuente de sabiduría para sobreponerme de las críticas mezquinas de aquellos que en la enfermedad o en la salud, se benefician de nuestra labor para asegurarse una mejor calidad de vida.
No en vano el dios romano de la Medicina nos recuerda: “Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres”.
