La humanidad, desde la más remota antigüedad, ha sido víctima de epidemias y pandemias, las cuales, en algunas oportunidades, llegaron a poner en riesgo la supervivencia en el planeta.
La viruela, hasta su desaparición gracias a la vacunación globalizada, ha sido, quizás, la causante de más víctimas. Su contagiosidad fue responsable de millones de defunciones en todos los continentes. Por algo, Edward Jenner, el padre de la vacuna antivariólica, es considerado el ser que ha salvado más vidas en la historia del mundo.
La peste, procedente de Asia, llegó a Europa y prácticamente la despobló. Hubo epidemias muy extrañas que nadie supo de dónde llegaron ni por qué desaparecieron de repente, como la denominada sudor inglés o el famoso baile de san Vito o tarantela, que impulsaba a contorsionarse sin poder detenerse.
Otras, como la sífilis, para los franceses tenía procedencia italiana (mal napolitano), mientras, para los habitantes de la península itálica, se originó en Francia y, por tanto, la llamaban mal gálico.
Desconocían que la enfermedad venérea, muy probablemente, procedía de América, “como venganza de la naturaleza” por haber llevado los europeos la viruela al nuevo continente. Por cierto, la epidemia fue el principal factor del éxito de Cortés y Pizarro en sus conquistas de México y Perú. No fueron los arcabuces ni los caballos, como la historia tradicional nos lo ha hecho creer.
Industrialización y sida. La formación de las grandes ciudades, particularmente durante la Revolución Industrial, incrementó el hacinamiento y la pobreza, contribuyendo a la aparición de males que hacían estragos en la sociedad, como la tuberculosis, la difteria, la escarlatina y tantos otros padecimientos.
Brotaron otras viejas enfermedades endémicas de origen hídrico, especialmente el cólera, con un repunte en pleno siglo XX. También en esta centuria surgió el sida, en principio sin tratamiento alguno y una elevadísima letalidad.
Hubo otras virosis cuya capacidad de aniquilamiento produjo justificados temores, como las llamadas fiebres de lassa, marburgo y ébola, entre otras, pero quedaron confinadas a zonas de África muy específicas.
Situación actual. El siglo XXI fue saludado con la presencia de dos epidemias causadas por coronavirus. El SARS afectó a 8.096 personas en 26 países, en China y Hong Kong, casi todos los casos. Se presentó entre noviembre del 2002 y julio del 2003. A Latinoamérica no llegó.
Entre setiembre del 2012 y noviembre del 2013 apareció el MERS, cuyas víctimas fueron 2.494 en 27 países, más letal que el SARS. Tampoco afectó nuestro continente.
Ahora, tenemos a las puertas el covid-19. La afectación de la población es mayor que la ocasionada por los dos otros coronavirus. Al 29 de febrero, la cantidad de contagiados llegaba a 85.403, de los cuales el 93 % están domiciliados en China (79.394). Cuando menos 2.924 personas han muerto (3,4 %) y otros 53 países han reportado casos comprobados.
Si será la pandemia del siglo XXI, lo sabremos muy pronto.
El autor es salubrista y epidemiólogo.