Cerca de 1.200 personas se reunieron el sábado en el hotel Marriot para escuchar la conferencia del doctor Deepak Chopra, principal exponente de la medicina holística, de cómo el equilibrio entre el cuerpo y el espíritu permite al hombre el desarrollo de sus infinitas posibilidades o talentos en paz, armonía, felicidad y amor con el resto de la humanidad.
La filosofía de Chopra es, por supuesto, más profunda de lo que aquí brevemente pudiera exponerse, pero, sin embargo, es potestad de cada persona asumirla como mejor le conviene. No se requiere renunciar a los preceptos religiosos tradicionales ni lanzarse a criticar la institucionalidad del catolicismo ni de ninguna otra iglesia ancestral para aprovechar las enseñanzas de sus múltiples libros, convertidos en best séllers mundiales.
Resultan por ello infundadas algunas críticas sobre su presencia aquí, aparte de que la libertad de elección es un derecho intrínseco a la existencia del ser humano que no debe ser reprimido y menos coartado; más bien respetado. Lo importante en el materializado mundo de hoy es la búsqueda del bien cómun, de su humanización. El cómo lograrlo forma parte de nuestro libre albedrío.
Son muchas las "recetas" que Chopra ofrece para mejorar la calidad de vida y -como en el arte culinario- pueden adaptarse al gusto de cada quien. Lograr la paz interior, a través de la meditación y el deseo intencional de hacer el bien, es uno de los puntos centrales de su argumentación. Si cada persona alcanzara la paz interior, no habría quien promoviera los conflictos, las guerras, el hambre y las migraciones masivas.
De allí que la condición de Chopra para venir a Costa Rica fue una sola: que el dinero recaudado por su exposición fuera donado a la Fundación Oscar Arias para la paz y el Desarrollo Humano, cuya labor principal es la lucha del premio Nobel de la Paz por el desarme mundial y el desvío de las inversiones en armamento hacia el combate de la pobreza extrema.
La charla de Chopra fue reconfortante, pero sobre todo lo fue observar la gran cantidad de gente interesada en trabajar por la superación personal, cuyos beneficios finales los recibirá la sociedad en pleno.