El reanimado debate sobre el futuro de la infocomunicación en Costa Rica puede ser positivo si, tras años de porfía, se logra pasar de los eslóganes a las ideas (editorial “Soberanía, apertura, telecomunicaciones”, La Nación , 13 de octubre del 2003).
El mundo avanza hacia la sociedad de la información . Es una sociedad con un estilo de crecimiento de altísima competitividad, fundado en la inteligencia y el conocimiento de las personas, y apoyado en el uso intensivo de la infraestructura de infocomunicación (telecomunicaciones + informática). Es una oportunidad para engendrar formas diversas de organización y de producción, acelerar la movilidad social y generar mayor riqueza.
Cuando la Unión Soviética se desfondó hace 15 años, la economía de Finlandia entró en crisis porque su existencia dependía de la provisión de múltiples productos y servicios a su gran vecino del este. Cinco años necesitó la nación finesa para reponerse del shock y diseñar la estrategia que ha catapultado al país, en solo una década, al primer lugar mundial en competitividad de infocomunicación. Recordemos que Fin-landia es una democracia pluralista y un clásico Estado de bienestar con un régimen de economía mixta: 30 por ciento de la mano de obra está empleada en el gobierno y sus empresas, y el país tiene una carga tributaria superior al 40 por ciento.
Centrado en la persona. En la sociedad de la información, el desarrollo no se centra en el gobierno, las empresas ni los gremios, sino en la persona. La infocomunicación es un instrumento para mejorar la calidad de vida de la gente a través de la telemedicina, el teletrabajo, el comercio electrónico, la enseñanza por medio del computador, y otras formas de organización productiva, que redundan en un uso más racional de los recursos naturales.
El sujeto de la sociedad de la información es la persona, a la que se le reconoce un nuevo derecho humano fundamental: el derecho a comunicar. Es el derecho a elegir cuándo y cómo comunicarse a través de cuáles proveedores; el derecho a accesar redes y servicios en banda ancha, con base en el principio de solidaridad; el derecho a participar en la comunicación interactiva, y el derecho a la privacidad.
Los países exitosos en el desarrollo de la sociedad de la información, estimulan un vigoroso régimen competitivo de economía mixta auténtica. Se fortalece la capacidad del Estado en la rectoría del sector, en la regulación de operadores y servicios, y en la promoción del uso de la infocomunicación en todos los estratos de la sociedad. Los operadores estatales (como el ICE o RACSA) no se privatizan, sino que se modernizan y se apoyan en una pluralidad de proveedores de servicios complementarios, suplementarios y de valor agregado.
Trabajo de conjunto. La empresa privada, la empresa estatal y la empresa de propiedad social, los centros de investigación y desarrollo, los institutos de formación profesional y académica, trabajan unidos por estrategias nacionales y políticas de Estado, bajo premisas como estas:
Las redes y los servicios constituyen herramientas para la renovación y la dinamización del sector privado y del sector público.
La infocomunicación es prioridad nacional: sector clave de actividad económica futura, con mayor competitividad.
La formación de recursos humanos alcanza niveles de primer mundo.
Toda la población recibe “alfabetización” general en el uso extendido de servicios de infocomunicación.
Infraestructura competitiva en calidad y costo, capaz de dar servicios de calidad mundial en cada localidad del territorio nacional.
Los países escolarizados, como Costa Rica, con una población joven y un desarrollo medio, tienen grandes posibilidades de prosperar por el desarrollo de la sociedad de la información. Se superan las contradicciones entre el Estado y el mercado, entre lo público y lo privado, entre el interés social y el afán de lucro. A comienzos del siglo XXI, puede significar, hacia el porvenir, lo que representó el café en el desarrollo nacional a mediados del siglo XIX.