Abordar un asunto que tiene desarrollo y resultados a mediano y largo plazos –como las pensiones complementarias o voluntarias–, con una visión de cortísimo plazo, puede llevarnos a conclusiones erróneas, afirmaciones infundadas y juicios superficiales, como sucede al periodista Juan Fernando Cordero en la columna Buenos Días (24/5/04).
En primera instancia, BN Vital siempre ha administrado los recursos de sus afiliados en total apego a la normativa de la SUPEN. Lo hacemos no solo en cumplimiento de todo lo que la regulación de pensiones establece, sino porque nos mueve un compromiso y un sentido de responsabilidad con nuestros clientes.
Influencia ineludible. La cartera de títulos en los que BN Vital invierte los fondos de pensiones también está diversificada según los lineamientos de los reguladores y tiene un seguimiento constante por parte de los comités de inversiones y riesgo. Obviamente, también res-ponde a las limitaciones que caracterizan al mercado de títulos costarricense y a la influencia de los mercados financieros internacionales, de los que ya es imposible quedar al margen.
Por esa misma razón, es de todos sabido que la fluctuación en el precio de los bonos soberanos costarricenses es un hecho ajeno al control y la administración de las operadoras de pensiones, que afecta a todo el mercado financiero, no a un operador en particular.
Una explicación clara de la situación ocurrida entre abril y mayo se puede leer en el editorial de La Nación del 24 de mayo, solo unos centímetros a la izquierda de los desafortunados comentarios del señor Cordero.
Para poner este hecho en su real dimensión, sin necesidad de acusaciones veladas, debe recordarse que estos bonos soberanos, a los que hoy se trata de satanizar, son los mismos que, meses atrás, generaron rendimientos anualizados superiores al 14% en dólares a nuestros afiliados, y contribuyeron a incrementar su patrimonio.
Con eso se reafirma lo que han manifestado los reguladores, en cuanto a que los afiliados deben recordar que su horizonte de inversión es de largo plazo. Deben fijarse en el rendimiento generado por sus fondos durante al menos un año, y no guiarse por resultados de un mes en particular, sean negativos o positivos. Tampoco deben dejarse llevar por opiniones apocalípticas.
Ni ironía ni frase llamativa. Para BN Vital, el hecho de que nos preocupemos hoy para que usted se despreocupe del mañana, no es ninguna ironía ni una frase llamativa. Es un compromiso demostrado por más de diez años de trayectoria, durante los cuales nos hemos caracterizado por el servicio, la transparencia y la calidad de la información que brindamos a nuestros afiliados.
Con respecto a la reserva para pérdidas de capital, constituida en octubre de 1999 al amparo de la ley N° 7523, debo recordarle al Sr. Cordero que dicha reserva fue suprimida por reforma legal hace tres años, al entrar en vigencia la Ley de protección al trabajador (N° 7893), y los fondos de esa reserva se distribuyeron entre todos los afiliados al régimen voluntario, según lo dispuso dicha ley.
Es innegable que en Costa Rica debemos avanzar aún más en el desarrollo de la cultura de previsión entre los costarricenses; pero no es tratando de ridiculizar, o de acusar sin fundamento con frases cajoneras, como se logrará.
Para avanzar se requiere trabajo constante, responsabilidad, compromiso, sensatez y, sobre todo, visión de futuro; y, en este contexto de responsabilidad social, los periodistas y los medios de comunicación pueden desempeñar un papel muy importante.