Para disminuir el alto costo de los combustibles, quiero dar unos consejos y espero que sean puestos en práctica, ahora que nos encontramos en verdadera crisis mundial.
Entre ellos, recomiendo:
kNo calentar el vehículo por varios minutos, pues lo único que se haría es gastar dinero y jamás acelerar al momento de arrancar, porque esto daña las bujías e inyectores.
kA la hora de acelerar, hágalo progresivamente. Nunca acelere hasta el fondo el carro, porque esto hace que consuma hasta cuatro veces más de gasolina; tampoco se debe conducir a muy bajas velocidades, pues esto sería igual de contraproducente que hacerlo a una alta velocidad.
kLa velocidad normal para nuestras calles y carreteras, sería conducir entre 60 y 80 km/h. Si se va a subir o bajar una pendiente, no aumente la velocidad del carro, ya que no solo forzará el motor, sino que provocará que se consuma más gasolina. Acelere gradualmente antes de entrar a la subida y, si es necesario, cambie a una velocidad más baja.
kCuando la pendiente sea hacia abajo, permita que la gravedad haga su trabajo y le ayude a ahorrar combustible, por supuesto, sin apagar el motor.
kProvoca sobreconsumo de combustible cuando usted acelera a fondo y frena continuamente. Por ello, es necesario conducir relajadamente y con cuidado, es decir, sin apresurarse nunca y conservando la distancia.
kAbrir las ventanas cuando se viaja en carretera, el uso de quemacocos y llevar canastilla portaequipaje provoca mayor consumo de combustible.
Ventajas. Vean las ventajas de estos consejos, pues, con solo acatar las recomendaciones dadas hasta aquí, se asegurará que el ahorro puede ser de un 10 y hasta más por ciento; pero, si además de ello se planean las salidas tomando el tiempo necesario para transportarse, el ahorro será de un 20%. Será necesario que en las condiciones actuales tratemos de buscar una ruta sin congestionamiento de tránsito, sea, los famosos atajos que en toda ciudad existen.
De acuerdo a como se están presentando las cosas, es mejor pensar en un automóvil que se adapte a sus necesidades; parece lógico que, si es para la ciudad, lo ideal sería el uso de carros pequeños; pero, pequeño o grande, recuerde que mínimo, cada año, necesitará hacerle el cambio del aceite y el filtro, así también como mantener infladas las llantas correctamente.
Uno se estos días estuve con mi amigo David Ortiz, de International Automotive Group. Él es un mecánico certificado internacionalmente, con muchos años de experiencia. Para Ortiz el primer paso que debemos tener en Costa Rica será solo permitir la circulación de vehículos cuando tengan la certificación de emisión de gases, porque solo así se ahorraría verdaderamente combustible; pero no podemos confiarnos, ya que los carros nuevos no necesariamente por ser nuevos quiere decir que tengan certificación de gases.
En esto sí hay una excepción con los que hayan ingresado al mercado de los Estados Unidos y luego traídos a nuestro país. Sin embargo, tomaremos en cuenta que la certificación de emisión de gases en esa nación se da únicamente por ocho años.
Todo lo contrario sucede con los vehículos que proceden de Asia y Europa, pues no necesariamente son enviados con la certificación correspondiente; se aprovechan además, puesto que los países del Tercer Mundo no tienen una regulación estricta y carecen de los mecanismos para comprobar la regulación.
Eso podría suceder en Costa Rica, aunque afortunadamente, contamos aquí con Riteve, a quien no creo, le metan diez con hueco. Lo cierto del caso, comenta David Ortiz, es que un vehículo con certificación de gases contamina diez veces menos que uno sin certificación y, por supuesto, es lógico pensar que van a consumir menos combustibles.
Los países más desarrollados no limitan el ingreso a las ciudades de los vehículos tomando en cuenta el número de una placa, sino tomando en cuenta el grado de contaminación, para lo cual es necesaria la certificación de emisión de gases.
Ha llegado la hora de ahorrar. Con los peajes, adonde se consume gran parte de la gasolina que importamos, lo que hay que hacer es modernizarlos, igual a como existen en otras naciones. Mientras tanto, esperaremos a que el hombre encuentre alternativas energéticas que puedan competir con la gasolina.