Columnistas

Su humilde servidor

Quien finge modestia resulta ser, en la mayoría de las ocasiones, un fachento, terco y soberbio, mala combinación con el cargo público

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La modestia no se dice, se hace, porque, en el acto de enunciarla, en realidad se niega: excusatio non petita, accusatio manifesta (explicación no pedida, acusación manifiesta), invoca la sentencia medieval. Es decir, si se tratara de hacer algo al respecto, la persona no dice que es humilde, lo demuestra.








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