¿Qué espera usted del futuro gobierno? Seguramente mucho, al igual que yo. Como estudiante universitario, fruto de la educación pública y orgullosamente de Tarrazú, aspiro a un gobierno que preste atención a la creciente brecha económica y social entre los espacios rurales y los urbanos.
Específicamente, que atienda las debilidades del sistema educativo y facilite el acceso a todos. Actualmente, existe una significativa diferencia en la cantidad de oportunidades profesionales que los jóvenes tenemos, según la educación secundaria que recibimos y la zona geográfica de donde venimos.
Por esto, la encuesta de juventud señala que un 51% de las personas jóvenes no asisten a centros educativos por falta de dinero o a causa de la necesidad de trabajar. La oportunidad de acceder a una formación universitaria es muy desigual, debido al bajo nivel de preparación académica.
Por ejemplo, según el Ministerio de Educación Pública (MEP), los resultados obtenidos en la prueba de dominio lingüístico son considerablemente menores que los conseguidos por estudiantes de colegios privados, experimentales bilingües y técnicos profesionales. De ahí que únicamente un 36% de los alumnos alcanzó un nivel intermedio o avanzado de inglés.
Por otra parte, la brecha digital dificulta el proceso aún más. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 308.441 hogares no cuentan con acceso a Internet y el 50%, aproximadamente, no posee una computadora.
Aunado a lo anterior, no todas las familias poseen la suficiente alfabetización digital para hacer uso adecuado de esas herramientas.
Ahora bien, algunos hogares, en razón de la pandemia, optaron por aumentar sus planes de internet para satisfacer esta necesidad, pero fue un esfuerzo coyuntural que es insostenible en el tiempo para las finanzas familiares.
¡Claro que hay oportunidades para los jóvenes! La UNED y el INA ofrecen una formación profesional o técnica especializada para quienes la deseen, sin importar las barreras geográficas.
Aun así, estudiar no es una oportunidad para todos, ya que muchos jóvenes por más que quieran deben dedicar sus ingresos y tiempo a aportar al núcleo familiar.
El reto que lanzo al gobierno entrante es que trabaje para una Costa Rica donde todo joven pueda estudiar y formarse como un profesional, y que esa persona, posteriormente, tenga la posibilidad de trabajar dignamente a favor de su comunidad de origen. Migrar a la Gran Área Metropolitana es la única opción hoy para jóvenes como yo.
Estudiante de Comunicación en la UCR.