Columnistas

La fragilidad de nuestras premisas

Los vientos huracanados de la tragedia nicaragüense, inverosímil, hasta hace poco, nos obligan a despertar de la negación irracional que sostiene nuestra indiferencia.

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“Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste”, pero preferimos no ver esos signos de los tiempos agolpados en nuestras puertas. La crisis en Nicaragua nos trajo el soplo del tirano que presentíamos y que, ahora, se confirma con amagos de peste. Los vientos huracanados de esa tragedia, inverosímil, hasta hace poco, nos obligan a despertar de la negación irracional que sostiene nuestra indiferencia.








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