Toda elección tiene sus sorpresas y la del próximo 5 de noviembre no es la excepción: un presidente, Joe Biden, quien con la nominación asegurada depone sus aspiraciones, y una vicepresidenta que en pocos días imprime energía y rumbo a la campaña dándole posibilidades reales de ganar y convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos.
Hasta la fecha, lo interesante ha sido el protagonismo del poder judicial por sus consecuencias actuales y futuras, el candidato Donald Trump llega a las urnas como el primer presidente condenado penalmente y con varios procesos penales pendientes de resolución que podrían afectarlo como candidato y en la presidencia si fuera elegido; además, con múltiples casos civiles en contra irrelevantes para su aspiración, pero con sanciones pecuniarias fuertes.
La resolución más relevante a la fecha la dictó la Corte Suprema de Justicia, es la número 23939, planteada por Trump v. United States, en ella es la primera vez que la máxima corte debió definir cuándo puede ser un expresidente perseguido penalmente por actos oficiales en el ejercicio de la presidencia.
La sentencia define varios conceptos claves e invaluables: la inmunidad de un presidente no es absoluta, nadie incluso el presidente está por encima de la ley, el presidente sí goza de inmunidad cuando sus “actuaciones son oficiales”, para proteger la institucionalidad y permanencia de la presidencia, “existe una presunción de inmunidad por los actos oficiales de la Presidencia y su gabinete”. Bajo estos principios descalificó como no perseguibles varias acciones de Trump, lo que lo favoreció.
La resolución define la importancia de una clara delimitación entre acciones propias entre poderes, ejecutivo y legislativo, y la diferenciación entre actos personales y oficiales, por lo que remite a la Corte de Circuito dos casos: las actuaciones de Trump con su vicepresidente Mike Pence cuando actuando como presidente del Senado, Trump lo presionó para no certificar el resultado de las elecciones, y el estudio de las comunicaciones en relación con la toma del Capitolio para definir si fueron en carácter oficial o personal (ej. como candidato). Sin duda será una elección que hará historia y hoy está en un empate técnico.
nmarin@alvarezymarin.com
La autora es politóloga, miembro del Advisory Board del Wilson Center en asuntos para América Latina.
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