
Las contiendas electorales giran alrededor de temas que los partidos políticos se esfuerzan por colocar en el debate político. Sin embargo, hay distintas cuestiones que no se exploran en profundidad.
El modelo económico nacional se enfoca en cadenas de producción en las cuales Costa Rica tiene un poder de captación de capital limitado. Esto genera una dicotomía entre los sectores dirigidos hacia la exportación y los que producen para el consumo local, la cual no logra ser resuelta por más cambios que se prometan en campaña. Y es que, a pesar de las desigualdades existentes, los partidos políticos no se permiten cuestionar la estructura económica cuando entran al poder.
Diversos pensadores plantean que la sociedad debe ser entendida en dos niveles: la estructura (esto es el modelo económico y las relaciones económicas entre individuos) y la superestructura (la forma que una sociedad construye su cultura, política, instituciones, etc.).
Estas deben entenderse como un todo, pues cada una mantiene y forma a la otra. Es decir, si un sistema económico aliena a quienes lo conforman y concentra el poder económico en un grupo determinado, se esperaría que se desarrolle una política que naturalice el conflicto entre clases y la concentración de poder en beneficio de unos pocos.
Se podría plantear que el modelo neoliberal ha generado cambios políticos y sociales que evidencian una inestabilidad suscitada por una falta de solidaridad económica. El Estado está manteniendo una economía de la que no forma parte y promueve el desmantelamiento de sus instituciones y garantías sociales, desarrollando una sociedad en la que la norma es el ataque.
Por esto, resulta necesario cuestionarse si la organización de nuestra realidad promueve desigualdades que se consolidan en liderazgos personalistas que atentan contra la estructura democrática nacional.
Estos liderazgos traen discursos en nombre de la libertad y el cambio, pero sus políticas han profundizado heridas ya existentes en el tejido social costarricense, problemáticas que tanto nos aquejan. Ante esto, resulta necesario usar el voto como herramienta y ponerlo en donde se moldee la cultura que queremos construir, pensando en el camino más solidario para la estructura costarricense.
Alejandro Brenes Brenes es estudiante de Ciencias Políticas.