La noche parece estar cayendo sobre la ministra de Salud, Joselyn Chacón, conforme emergen más detalles sobre los nefastos encargos que le hizo a un trol para que atacara en las redes sociales a medios de comunicación y personas críticas de su gestión.
El pasado lunes, la exjefa de campaña de Rodrigo Chaves hizo una confesión ante los diputados que investigan el financiamiento del proceso electoral del 2022, que acrecienta las dudas sobre su idoneidad para ocupar el cargo.
“Quiero dejar claro que nunca pagué para lastimar a ningún diputado; a los medios sí. Hay tres medios que se pasan de tergiversar la verdad, y sí, es difícil a veces hacer llegar a la población los mensajes correctos. Eso sí lo acepto. Siempre voy a aceptar mis errores, voy a ir aprendiendo”, declaró.
Con sus propias palabras, la ministra no solo confirmó haber dado dinero a cambio de que se hiciera daño a un sector de la prensa cuya línea editorial no comparte, sino también que ella acepta haber actuado mal.
Sus declaraciones representan un potente campanazo que no debe pasar inadvertido para la Asamblea Legislativa, la Procuraduría de la Ética Pública y, posiblemente, para la Fiscalía General de la República.
Utilizar personajes especializados en desacreditar, desinformar y torcer la verdad para saciar revanchas contra medios de comunicación lanza una pésima señal sobre la capacidad para aceptar el necesario escrutinio al que debe ser sometida la gestión pública.
Pero también evidencia un total irrespeto a la libertad de información y prensa, y un desprecio hacia los canales transparentes que ofrecen nuestra institucionalidad y nuestro sistema democrático para canalizar los desacuerdos.
Hace unas semanas, el presidente confirmó a Joselyn Chacón en el cargo, aunque admitió que ella cometió un error al pedir a Alberto Vargas, administrador del trol Piero Calandrelli, que atacara a un periodista. Adujo que ya se acabaron aquellos tiempos cuando, según él, los medios ponían y quitaban ministros.
Sin embargo, parece que la jerarca le dejó, sin querer, una salida al mandatario en caso de necesidad: “Esto les digo a los diputados: el día que encuentren que yo dije ‘tome, Alberto, esta plata para que ataque a un periodista o a un diputado’, ese día pongo la renuncia”.
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El autor es jefe de información de La Nación.