La estación de peaje de la ruta 27 en Escazú bien puede calificarse de demencial. Una vez superada la cabina de peaje, nueve o diez carriles convergen en dos. Ya no se trata de horas pico; el caos es a todas horas: vehículos de todos los tamaños, desde pequeños hasta remolques pesados, pugnan por avanzar centímetro a centímetro. Y avanzar es cuestión del riesgo que el conductor se atreva a tomar.
Mientras esperamos que el buen Dios persuada a nuestros gobernantes de reconocer que un sistema de transporte público moderno (sea subterráneo o de superficie) es hoy el proyecto de infraestructura más importante para el país, las autoridades del Consejo de Concesiones deben exigir a Globalvia una solución de compromiso.
Globalvia hace clavos de oro con la operación de la carretera gracias al gran aumento del tránsito vehicular. Es obvio que, una vez franqueada la cabina de peaje, el tránsito debe retenerse para ordenarlo, quizá con semáforos, de modo que el conductor no sea quien decide cuánto avanza.
La solución siempre será intermedia, porque el buen funcionamiento de la estación de peaje decae al superarse su capacidad, pero siempre será mejor que no hacer nada.
Leonardo Morales Castro, Santa Ana
Para recapacitar
Luego de la discusión en torno a la inmunidad del presidente y al resultado de la votación legislativa de no levantarle el fuero, el debate debió haber servido, además, como un ejercicio de recapacitación para la conciencia ciudadana y política.
Debe recordárseles a todos los funcionarios públicos que el dinero del Estado es sagrado. Al que se le encarga su manejo, debe dar cuentas exactas. Por un colón que falte, se puede despedir sin responsabilidad patronal al responsable. Recomiendo que los $32.000 que faltan de lo girado por el BCIE al país sean reintegrados de inmediato. Todo eso debe quedar bien documentado para evitar futuros dolores de cabeza.
El manejo de los recursos públicos no admite descuidos ni ligerezas, y al responsable de la custodia de tales bienes no se le aceptan excusas por delegar su responsabilidad a otros.
Al funcionario que se le demuestre tan siquiera una falta mínima en este campo no lo debería salvar ni el cargo ni los privilegios. La transparencia y la probidad son pilares esenciales de la democracia.
Jaime Morera Monge, Alajuela
Quebradas contaminadas
En San Ramón de Alajuela, las quebradas son parte del paisaje, pero pocas veces recordamos que de ellas depende nuestro bienestar. Como gestor de los recursos naturales, me preocupa ver cómo muchas quebradas se han convertido en receptores de aguas residuales, basura y agroquímicos. El agua que antes era abundante hoy escasea y se deteriora, con efectos prejudiciales en la salud, la producción y la calidad de vida de los ramonenses.
Los esfuerzos de la Municipalidad, el Minae y valiosas investigaciones de la UCR en la sede de Occidente no bastan. Falta mayor coordinación y compromiso. La solución está en lograr que instituciones y ciudadanía trabajen juntas. No basta con esperar que los cambios lleguen; los lugareños deben cuidar las quebradas.
Kervin Naranjo Cortés, San Ramón de Alajuela
Desempleo en el país
Según el INEC, hay 167.758 personas (94.469 hombres y 73.289 mujeres) desempleadas en Costa Rica. Aparte de ser parte de esta cruel estadística, muchas también sufren la angustia de no alimentarse bien, no tener un techo digno y no contar con los servicios de salud de la Caja. ¿Será que, por quedar bien con Nayib Bukele, se hace una inversión injustificada para ofrecer trabajo a algunos salvadoreños, habiendo tantísimos ticos desempleados? Solo podemos concluir que alguien está deschavetado.
Freddy Pacheco León, Heredia
