El Gordo Navideño, de la Junta de Protección Social (JPS), representa, año tras año, la ilusión y la esperanza legítima de miles de costarricenses que confían en la legalidad y transparencia del sorteo. Por ello resulta preocupante que, tras el sorteo del domingo 14 de diciembre, se informara inicialmente que el número 78 con la serie 714 había sido vendido a través de la plataforma digital de la Junta, para después comunicar que dicha serie no fue comprada por nadie.
Este hecho no solo genera confusión, sino que revive antecedentes similares ocurridos en el año 2012, cuando el número 70 con la serie 726 del Gordo también resultó premiado sin haber sido vendido.
Si una serie no fue vendida, no debería participar en el sorteo. Incluir en la tómbola series no vendidas crea una ventaja injusta para la institución organizadora y elimina cualquier posibilidad real de que el pueblo costarricense pueda ganar ese premio.
La JPS posee control absoluto del proceso de impresión, distribución, venta y sorteo, tanto en su modalidad física como digital. Por lo tanto, es su responsabilidad indelegable garantizar que solo participen en la tómbola las series efectivamente vendidas.
Los costarricenses merecemos una explicación clara, verificable y pública. La transparencia no es un favor: es una obligación legal, ética y moral. La confianza del pueblo no puede ni debe ponerse en juego.
Randall Jiménez Umaña, Coronado
¡Pobre Niño Dios!
¡Nos han robado la Navidad! Ahora todo es relacionado con nieve, trineos, renos, cascabeles y el mundo fantástico de un personaje nacido de la publicidad de un refresco gaseoso en 1930. Para justificarlo, invocan al obispo san Nicolas de Bari, del siglo IV, quien en Navidad daba regalos a los niños pobres. Dicho sea de paso, este san Nicolás ni siquiera se parece al gordo de barba blanca y tampoco su vestimenta.
Desde las canciones navideñas (a excepción de algunos villancicos), las tarjetas, el papel de regalo, los adornos y hasta las películas navideñas, nadie menciona al Niño Dios, cuya existencia en la tierra fue de tanta importancia que contamos los años a partir de ese acontecimiento.
Su nacimiento es el verdadero motivo de la celebración de la Navidad y nada que ver con el imaginario gordo de barba blanca al que se le rinde pleitesía, al mejor estilo de aquel becerro de oro de los paganos. Pobre Niño Dios, ¡cómo te hemos olvidado!
Rafael Alberto Lachner Chartier, Curridabat
Deuda y aspiraciones diputadiles
Estoy en completo desacuerdo con que las deudas con la CCSS prescriban. A la Caja no le sobra el dinero y no es posible que alguien que aspira a ser diputado se niegue a honrar una deuda millonaria con la institución y alega su prescripción para no pagarla. ¿Qué se puede esperar de una persona con esos valores si llegara a ocupar una curul?
Marjorie González, Curridabat
Presas que arruinan la vacación
Para apoyar al turismo, la Cámara de Turismo de Jacó, así como organizaciones de playas cercanas, deberían solicitar a las empresas que trabajan tanto en el llamado “puente de los lagartos” como en el asfaltado de las carreteras nacionales y vecinales que no laboren los días domingos para facilitar el regreso de quienes fueron a la zona a vacacionar. También se verían favorecidas las personas que hacen paseos cortos de domingo. Esto debería extenderse durante los meses de enero y febrero, cuando escuelas y colegios están de vacaciones.
José M. Quirós Cartín, Tibás
Investigación y explicación
Seguramente, la JPS se dará cuenta de la gravedad y pérdida masiva de confianza causada por haber anunciado que el número del premio mayor de ¢8.000 millones había sido vendido en línea… para luego, menos de un día después, decir que no se vendió. Las teorías de conspiración están a la orden del día y pasa esto. En aras de la transparencia, hará falta una muy minuciosa investigación. Merecemos una explicación.
Gerardo Huertas Arias, San Rafael de Heredia
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