El discurso incendiario característico del actual presidente, el cual le ha traído réditos en popularidad, ha llevado al país a fracturarse en dos: por un lado, los que apuestan por un nuevo orden político dictatorial, con un control absoluto sobre los otros poderes, sin órganos de control y con una prensa callada o al servicio del poder, a cambio de que, supuestamente, “se pueda ordenar el país de una vez por todas”. Por otro lado, la ciudadanía amante de la democracia, que sigue creyendo en un sistema que, aunque imperfecto, supera a la mayoría de los otros.
Todo indica que el segundo grupo es más numeroso, pero está disperso, distribuido en distintas opciones políticas o, simplemente, apático a participar. El primer grupo, en cambio, podrá ser más pequeño, pero se ha agrupado en el movimiento del “continuismo” (aún no sabemos de qué) y sin duda irá a votar. Si logran imponerse, lo que sigue será convertirnos en la Venezuela de Maduro o a la Nicaragua de los Ortega Murillo.
Abogamos para que ese grupo mayoritario reaccione y entienda el peligro que enfrentamos. Si llega a suceder, no servirá de nada llorar sobre la leche derramada.
Gustavo Elizondo Fallas, Santa María de Dota
CCSS no acepta cédula digital
Resulta inexplicable que la CCSS rechace la cédula digital. Me presenté a un trámite en la Clínica de San Rafael, Heredia, y presenté el documento digital. Me dijeron que si no tenía la cédula en plástico, no podían darme el medicamento, porque la Caja no acepta esa versión de documento de identidad y que no han tomado ninguna decisión al respecto y no saben si lo harán ni cuándo. Tuve que regresar después con mi cédula tradicional. El TSE estableció en cuáles casos no se puede utilizar ese documento y no he encontrado que eso incluya a la CCSS.
Carlos Murillo Zamora, San Rafael, Heredia
Hacer las cosas bien
Cuando uno asume una posición de liderazgo, debe tener claro que, para resolver un problema, el primer paso para su idónea solución es definirlo integral y correctamente. La responsabilidad de los líderes no es solo hacer las cosas correctas, sino hacerlas correctamente.
En el tema de la asignación de radiofrecuencias, si bien parece necesario y justo actualizar los costos del canon vigentes desde hace muchos años, fue un error garrafal que este gobierno no haya dado un trato diferenciado en la subasta a las pequeñas televisoras y radioemisoras que cumplen una labor de difusión y acción social fundamental para sus comunidades y habitantes. Pudo haber sido algo como que las grandes empresas de radio y TV subsidiaran a las pequeñas.
Sin embargo, no extrañan este tipo de decisiones viniendo de autoridades que lideran con revanchismo y con el hígado. El 1.° de febrero de 2026, tenemos la oportunidad de rectificar el camino.
Debemos apostar por los valores tradicionales del ser costarricense: paz, justicia, diálogo, trabajo honesto, equidad y sana convivencia.
Miguel Ángel Gutiérrez Rodríguez, Barva de Heredia
‘Cumbeando’ la ‘Novena Sinfonía’
Dentro del bombardeo publicitario en los canales de televisión nacionales de hoy, llama la atención el uso que se le está dando al fondo musical empleado. Hay que recordar que en los años 30 del siglo pasado, dice Timothy Taylor, en su libro The Sounds of Capitalism, que en Estados Unidos, se incluía, entre otras, la música “clásica” dentro de la publicidad en la televisión para el consumo y la educación de la población: advertising music. Eran pasajes cortos de alguna sinfonía, concierto u obertura. Agregar ritmo de cumbia a la Oda a la Alegría no es lo más indicado. Por lo tanto, le sugiero a una conocida tienda de repuestos asesorarse antes de cometer errores, descalificar, desvirtuar, falsear y alterar la valiosa herencia que le dejó Ludwig van Beethoven a la humanidad.
José Manuel Rojas González, Montes de Oca
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