Viendo cómo estamos en el país en materia de infraestructura vial, yo diría que el 50% de los accidentes de tránsito se deben a errores o fallas humanas y el otro 50%, a faltas de las entidades a cargo de atender el estado de las calles, de señalizar y demarcar las vías y de tapar los huecos.
El estado de nuestras carreteras preocupa y avergüenza, pero parece que al gobierno no le importa que nos matemos a diario en las calles.
Solo un ejemplo: ¿cuántas personas han muerto en el trecho del Zurquí, sobre ruta 32? Atravesarlo de noche es especialmente riesgoso. Por eso, cuesta entender por qué, pese a ser una travesía tan peligrosa, no se han preocupado por pintarla bien y ponerle rótulos con alertas. Debería, además, estar iluminada en su totalidad. Cuando llueve y hay neblina, la falta de demarcación hace que los choferes manejen a ciegas.
Tantas obras se podrían hacer para evitar tragedias y muertes, pero aquí siempre pesa el “no se puede”, “no hay presupuesto”, “no esto”, “no lo otro”. Así nunca vamos a avanzar.
Martín Marín, Heredia
Agua en Paraíso
La suspensión del abastecimiento de agua potable en Paraíso de Cartago es algo más que un conflicto inadmisible entre dos instituciones públicas, con funcionarios nombrados para servir.
Es una muestra de irracionalidad que no debe permitirse. La Defensoría de los Habitantes, el Ministerio de Salud y el Patronato Nacional de la Infancia, principalmente, deberían actuar oportunamente para evitar que los responsables del abastecimiento de agua –por la justificación que sea–, incumplan con su deber de garantizar el acceso al vital líquido en cantidad y calidad. Es un derecho humano así reconocido en el artículo 50 de nuestra Constitución Política.
Los habitantes de Paraíso –entre ellos, niños y ancianos vulnerables–, no pueden ser víctimas de funcionarios insensibles de dos instituciones incompetentes.
Freddy Pacheco León, Heredia
Lector agradecido
Desde la primera publicación de la sección “Letra libre”, en Opinión de La Nación, los lectores agradecimos el regalo que destacados articulistas nos hacen cada domingo con interesantes y amenos relatos y vivencias. En semanas pasadas, don Roberto García nos llevó a recrear los viajes en tren a Puntarenas, con aquella parada en Orotina donde se saboreaban los gallos de huevo duro y de gallina achiotada (¿o sería de iguana?), y los caimitos y marañones en sus cajitas de madera. También recordamos el “temor” de pasar en esos tiempos por el túnel de Cambalache. Esta refrescante sección nos aleja un rato de los densos textos sobre la difícil situación del país y del mundo.
También fueron realmente agradables los textos “Fulgores de la tierra”, con su añoranza de la casi desaparecida naranja malagueña; “Mi primer beso de amor”, y Elogio del oficinista”.
Mención aparte merece el artículo del Dr. Rubén Hernández Valle, titulado “Un merecido homenaje”, sobre el valioso legado del Dr. Eduardo Ortiz Ortiz.
Leonel Fonseca Cubillo, Pavas
Sin respuesta
El pasado 23 de enero, la empresa productora de eventos en la que laboro, de nombre ONE, organizó una actividad en el marco de la celebración de los 200 años de la Asamblea Legislativa. Esta se realizó a solicitud y bajo coordinación de la Uccaep. Hasta la fecha (27 de mayo), no hemos recibido respuesta de parte de Uccaep respecto a un pago pendiente. Agradecemos una pronta comunicación de esta entidad o que se nos indique el nombre de la persona con quien podamos conversar al respecto.
Catalina López Montealegre, empresa ONE
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