En el 2021 empecé mi relación con Dual Servicios, un servicio de casillero en Estados Unidos. La primera vez, su servicio fue excelente. Alguna vez, el paquete era recibido por la oficina en Miami un lunes y el sábado ya estaba listo para recoger en la sucursal. Con el pasar del tiempo, la calidad del servicio ha decaído muchísimo. El pasado diciembre fue caótico: un paquete tardó 22 días de sus oficinas en Miami hasta estar disponible en la sucursal. Ahora, todos se atrasan y han tomado como excusa decir que los servicios de entrega (como UPS, Amazon, DHL) mienten al indicar que el paquete ya fue entregado en la dirección en Miami y que ellos no lo han recibido. Es cosa de todos los días. Hace poco, llamé al teléfono que aparece en su sitio web para consultar por un paquete que UPS me reporta como entregado y que no aparece como recibido por ellos. Me contestó una grabación diciéndome que pronto sería atendido, pero estuve escuchando su musiquita por casi media hora, hasta que me colgaron. Decidí contactarlos por WhatsApp y les escribí, pero aún espero la respuesta.
Claudio Ovares Gutiérrez, Santa Ana
El EDUS y las citas
Resulta bastante incómoda y molesta la aplicación del EDUS para sacar citas en las clínicas de los Ebáis. El servicio, al actualizarse, les elimina los datos de registro a los usuarios, lo que ocasiona que, en el momento de ingresar, no reconozca las contraseñas (la aplicación, para peores males, solicita que uno elija una contraseña complicada y fácil de olvidar). Si uno opta por hartarse de esta nueva modalidad tecnológica, le toca empezar a hacer fila a veces desde las cuatro de la mañana en el centro de salud respectivo; todo, para sacar una cita. Y al final de la larga espera y el tiempo perdido, la secretaria anuncia que “ya no hay campo para más citas”.
Rodnny Hayden Cordero, San José
Caos en el MEP
El nuevo jerarca de Educación recibió ese ministerio en un completo estado de descalabro. En el sistema de trabajo usado por todos los centros educativos del país predomina el uso del viejo paradigma educativo (de casi tres siglos de antigüedad), un modelo curricular basado en enseñanza, pero no en aprendizaje –como debería ser–, en el que no se respetan los estilos de aprendizajes, las características sociales, culturales ni familiares, y se confunde injustamente “medición” con “evaluación” de los aprendizajes. Además, en el actual sistema educativo pululan subrepticiamente la competencia y el individualismo, dos variables necesarias en los gimnasios, las canchas o el comercio, pero no que en nada ayuda al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Carlos Eduardo Masís, Oreamuno de Cartago
Mi pobre país
Como adulta mayor, y a pesar de mis 90 años, no puedo dejar de sentir tristeza y dolor por el desastroso estado en que los políticos de turno tienen a mi amada patria, negando con descaro sus implicaciones en todo tipo de “chanchullos” y “componendas”.
Miriam Salazar Calvo, San Pablo de Heredia
Crisis nacional
El manoseo de valores y principios está pasando cara factura en la inseguridad que atraviesa la sociedad costarricense. Durante décadas, hemos sido bombardeados por canciones, novelas, películas e historias foráneas que propagan la violencia intrafamiliar, el acoso, los vicios y la deserción escolar, lo cual ha permeado en familias y hogares. Ahora, con las redes sociales y aplicaciones de comunicación, aumentaron los homicidios, femicidios, lavado de dinero, narcotráfico, sicariato y corrupción.
La enseñanza de valores y principios pasa por el asentimiento de la espiritualidad en el género humano. La espiritualidad del ser humano no es exclusiva de ninguna religión o fe. Tenemos que aceptar que somos “cuerpo, mente y espíritu”.
Es una crisis que pasa por todos los niveles, estratos e instituciones estatales y sociales. Para que mejore la educación, tienen un papel clave la familia, la comunidad, la escuela, el colegio, la educación superior y la sociedad.
José Rugama Hernández, San José
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