Cartas

La política y la fábula de la rana y el escorpión

Tolerar activamente a quienes quieren destruir el marco institucional no es virtud: es ingenuidad. Y la ingenuidad, en política, suele pagarse caro

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No se puede estar a favor de quienes están en contra y, al mismo tiempo, en contra de quienes están a favor. Aunque suene casi risible, esta es una actitud política real y peligrosamente extendida. Es una forma de incoherencia que no produce un resultado neutro, sino uno negativo, porque debilita las barreras que protegen el orden democrático y la convivencia institucional.








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