Mi madre murió el sábado debido a una neumonía por coronavirus. No cabe duda de que el personal del hospital Calderón Guardia la atendió bien y todos hicieron hasta lo imposible por mantenerla con vida, pero, como familiar de una víctima de la pandemia, estoy desconsolado porque no pude estar en contacto con ella en sus últimos días y ella, a su vez, no pudo estarlo con nosotros.
A lo largo de una semana las únicas noticias que teníamos era “estable”, “delicada” y cualquier comentario que lográramos arrancar al enfermero de turno.
Comprendo la gravedad de la covid-19, y que deben tomar todas las medidas del caso, pero en la era de la virtualidad es absurdo, y hasta una crueldad, no facilitar y mejorar de alguna forma la comunicación para el bienestar de la familia y del propio paciente.
Una simple videollamada hecha con ayuda de un voluntario, un mensaje enviado por WhatsApp en el que se cuente alguna novedad del paciente para que este pudiera enviar un saludo, algo que permitiera tener cercanía con el enfermo. Pienso que, de haber tenido esa oportunidad, mi dolor sería menos intenso y, también, la soledad de mi vieja en sus últimos días.
José Méndez Sandí, Madrid
Ruta al precipicio
El llamado desesperado de diferentes grupos abatidos por las medidas sanitarias establecidas al calor emocional de los datos de contagios y no por razones técnicas se ha ignorado.
Comparto los argumentos que esgrime Arnoldo Barahona, alcalde de Escazú, al solicitar el cese del martillo demoledor de las autoridades de Salud, que solo ven una arista de la gravísima crisis que nos afecta a todos.
Sobre la inopia gubernativa, la analogía sería como dispararse un tiro en el pie, al desoír las opiniones de muchos actores y grupos sociales que no ven una salida, efecto de las prohibiciones que más bien hunden terriblemente al país.
Somos testigos de protocolos con escasas excepciones. En un reciente viaje a Guanacaste, confirmé cómo se acatan las medidas sanitarias en los lugares más recónditos, por lo cual no veo la necesidad de imponer más restricciones a una quebrantada economía, que hace agua, y que, como dijo Barahona, al comercio y a la ciudadanía necesitada de trabajo y servicios deben dárseles más espacio.
José Rugama Hernández, San José
Método incorrecto
Me da vergüenza el papelón que hace el alcalde de Escazú. Puede que tenga formación académica y otras calidades para cumplir el anuncio de empleo que lo llevó al poder la primera vez, pero no tiene modales ni criterio. Defender a los comerciantes como lo hizo no le da más fuerza en la contienda contra la covid-19. Es una lástima que la prepotencia exista como método en estos tiempos.
Gustavo Halsband, San José
Atención a la UNGL
Las declaraciones dadas por el alcalde de Cartago, Mario Redondo Poveda, a un medio de comunicación el 18 de agosto, en referencia al porqué de su retiro de la Unión Nacional de Gobiernos locales (UNGL), son preocupantes.
El funcionario contó que entre los motivos de su decisión están el pago de la membrecía y que la entidad, al parecer, actúa favoreciendo al Partido Liberación Nacional, lo cual debe analizarse, pues se trata de una organización de derecho público.
Rodolfo Alfaro Murillo, Heredia
Cambio de nombre
La celebración del 106.° aniversario de la creación del cantón de Oreamuno me demuestra que la falta de identificación de la población no es asunto de hoy. No hay nexos entre el nombre y sus pobladores. No hay enlaces históricos, geológicos, geográficos, ni de vida entre Oreamuno y su población.
De ahí que no se haya podido desarrollar plenamente la economía y no aproveche un elemento fundamental como lo es la riqueza natural y el talento para atraer turistas costarricenses y extranjeros, a fin de mejorar las finanzas de los habitantes.
Empecemos por el cambio de nomenclatura por cantón Irazú. Hay dos proyectos en la Asamblea Legislativa para tal fin. Solicito a los diputados de Cartago que analicen las ventajas económicas, sociales y culturales de esta modificación y den su apoyo al plan para mejorar la vida de quienes vivimos en lo que es hoy Oreamuno.
José Ramón Guillén Solano, Cartago
Respuesta del INVU
En relación con la carta titulada “Atraso en el INVU”, de Julio Vindas Rodríguez, publicada el 28 de agosto, el INVU aclara que el plan regulador de San Pablo de Heredia fue devuelto al gobierno local con observaciones, por lo que el INVU no cuenta todavía con el documento para continuar el trámite.
Tatiana Mora Moya, encargada de comunicación, promoción y prensa del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo