El individuo que lanzó un gato desde un sétimo piso en Curridabat usaba una camiseta del color y con los logotipos de un equipo de fútbol en el momento de cometer tan lamentable acto.
¿Tendrá que ver la rivalidad entre aficiones lo que motivo la crueldad? La estupidez humana no puede llegar tan lejos. El equipo debería apartarlo del grupo de sus seguidores.
Luis Eduardo Monge Flores, Heredia
Despilfarro en el MEP
Desde el 17 de marzo las escuelas y los colegios cerraron sus puertas a consecuencia de la pandemia de covid-19. A pesar de eso, el Ministerio de Educación Pública (MEP) despilfarra ¢18.300 millones mensuales en pagos a los docentes por labores que no pueden realizar desde sus casas.
Se trata de un hecho muy grave, y la ministra de Educación, Giselle Cruz Maduro, debe renunciar a su cargo o ser destituida inmediatamente.
Sergio Castillo Ramírez, San José
Hábito de leer
Recuerdo una vez, cuando era adolescente, que en una clase de Química decidimos ver una película. El filme seleccionado fue El conde de Montecristo, del año 2002, protagonizado por Jim Caviezel.
Disfruté mucho la proyección. Ver al protagonista, Edmond Dantès, sufrir un encarcelamiento injusto; luego, poco a poco, proceder con su venganza, desquitarse de sus enemigos que tanto mal le hicieron.
Sobra decir que, desde ese momento, quise leer el texto original, no solo para ver cuáles argumentos mantuvieron o colocaron en la obra, sino para apreciar mejor el actuar del conde de Montecristo.
Años después, estando en la universidad, satisfice mi deseo al comprar un ejemplar en la librería de la U.
La magia nació al ver un libro de más de mil páginas. Abrirlo y leerlo fue dar oportunidad a la pasión. Mis ojos saborearon un caramelo textual, mientras mi cerebro era como una pantalla de cine en la cual veía las acciones ejecutadas por mi amado personaje. La película fue la carnada, la obra original, el verdadero amor.
Del texto de Dumas pueden señalarse varios aspectos: el poder de la venganza para envenenar el alma, el perdón a las personas que disfrutan al dañarnos, el olvido de situaciones adversas, las constantes y nuevas oportunidades que la vida da y demás asuntos presentes en El conde de Montecristo.
El punto al que deseo llegar es la magia que comenté líneas arriba. A pesar del tiempo, un texto literario siempre estará en la mente de un lector. ¿Por qué ocurre eso? Porque la literatura es un encantamiento, una pasión, es identificarse con un hecho, una catarsis, una enseñanza para la vida, un arte, una ciencia.
Por otro lado, en tiempos de pandemia, cuando la estadía en la casa se hace cada vez más necesaria, es sumamente importante realizar actividades para cultivarse uno mismo. Bien puedo mencionar varias; sin embargo, considero vital darse la oportunidad de descubrir la pasión de la literatura.
Acérquese a ese libro, a esa aventura que le espera. Hay distintos caminos: recoger basura con Única, reírse de las tortas de Marcos Ramírez, sentir temor de que Cthulhu aparezca y conquiste el mundo, enfrentar molinos, digo, gigantes con el Quijote y muchas más aventuras geniales que se pueden desplegar ante sus ojos y mente por medio de la lectura.
Para concluir, en mi caso, así como Edmond Dantès busco un tesoro oculto entre mis libros. Ahí está. Empiezo a leer. “El 24 de febrero de 1815…”.
Gilberto Aurelio Cerdas Benavides, San José
Menos riesgo
La restricción vehicular era en el principio una prueba a corto plazo para descongestionar la Gran Área Metropolitana (GAM); sin embargo, el resultado no fue el esperado y la Dirección General de la Policía de Tránsito la vio como un buen negocio, pues es dinero que entra a sus arcas y nadie sabe a qué lo destinan.
Con la pandemia se volvió más lucrativa porque la multas subieron desproporcionadamente y los tráficos andan en busca de presas, sin importarles las causas que llevan a muchos de los conductores a pasarse de la hora por las interminables presas que se generan por la necesidad de llegar a tiempo a los hogares, por la negligencia precisamente de los oficiales.
La medida no tiene justificación. Hay más probabilidades de contagiarse en un bus, donde van 40 o 50 personas, sin el distanciamiento adecuado, que viajar en el vehículo propio con la familia.
Fernando Cordero Alvarado, San José