Resulta vergonzoso ver que Santa Bárbara de Heredia no tiene aceras decentes para los peatones. Solo el centro del cantón posee una pavimentación aceptable, pero saliendo de esa zona, las aceras son inexistentes. En su lugar, solo hay espaldones, zacatales o pequeñas partes con concreto desgastado. ¿No me cree? Los vecinos del cantón sí me creen porque lo sufren todos los días.
En nuestro día a día, tenemos dos opciones: caminar con el riesgo de ser atropellados o caer en una zanja, o pagar un pasaje de bus para recorrer uno o dos kilómetros. ¿Usted se imagina vivir así? ¿Tener que sacar el carro o pagar bus solo para ir a comprar el pan? Caminar es un peligro porque no hay seguridad vial ¡No es justo! ¡Todos tenemos derecho a caminar seguros! No queremos recorrer las calles dependiendo de un vehículo, queremos ser libres a pie.
Alexander Reyes Alvarado, Santa Bárbara
Cultura de la queja
En nuestro país, ha tomado fuerza un comportamiento preocupante en las redes sociales y en la conversación pública: “la cultura de la queja”. Este fenómeno se caracteriza por el constante descontento que, si bien puede estar justificado, solo se centra en señalar errores y criticar sin piedad a diversas instituciones o figuras públicas.
Aunque la crítica es fundamental en una democracia, con el objetivo de mejorar, cuando la queja se convierte en un hábito, puede generar un deterioro y retroceso de una sociedad, ya que, rara vez, estas quejas son propuestas constructivas.
Moisés Castro Núñez, Naranjo de Alajuela
Chaves: invasor de Naranjo
El gobierno del presidente Rodrigo Chaves ha invadido el cantón de Naranjo con autoritarismo y prepotencia al mandar la Policía nacional para hacer, a la fuerza, una conexión de agua a un proyecto de vivienda, algo que es una potestad del municipio. Semejante acto, acuerpado por sus jerarcas de Seguridad, Vivienda y AyA –por cierto, sin injerencia en este cantón alajuelense– se parece más a uno propio de un gobierno tirano que a las autoridades que merecemos: diligentes y, a la vez, respetuosas del régimen municipal, porque gobernar en democracia no es fácil.
Esta acción se viene montando a nivel de discurso, desde hace días, con la típica verborrea ofensiva desde Casa Presidencial en contra del alcalde del cantón. Algunos ya se creen el libreto de que es una señal de “autoridad de la buena” pero solo recordemos que se hizo al mejor estilo cobarde: un día no laborable y de espaldas a la comunidad.
Alejandro Vargas Johansson, Naranjo de Alajuela
Agroportica de Pococí
¿Se imagina vivir en la actualidad sin agua potable ni servicio de bus? Esa es la realidad de mi comunidad, Agroportica, en el cantón de Pococí. Cada día nos vemos obligados a consumir agua de pozo sin ningún tratamiento, exponiendo nuestra salud. Además, debemos caminar 3 kilómetros en medio de la piñera para llegar al único bus que nos lleva hasta Cariari, la ciudad vecina.
Pronto escucharemos las propuestas de las candidaturas locales: calles, agua, transporte, Internet… Como siempre, nos llenarán de promesas y esperanza. Pero, ¿por qué nunca cumplen? ¿Acaso no merecemos el mismo acceso a servicios básicos que tienen las personas en Guápiles?
Sharon Mendoza Gómez, Pococí de Limón
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